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La sumisión - Tercera parte

La verdadera sumisión tiene dos enemigos constantes: el control y la manipulación. Podemos preguntarnos; ¿Cómo así? ¿Cuál es el problema ? “Yo me someto, yo soy su ayuda”. No obstante, aunque creemos que estamos sujetas y somos ayuda idónea, el deseo de control y la manipulación son una realidad de la conducta femenina.  El control, por un lado, se evidencia cuando constantemente le damos órdenes a nuestro esposo, en todas las áreas de su vida,  24/7,  sin tomar en cuenta su opinión ni respetar su punto de vista –queremos controlar la ropa que se va a poner, el uso de su tiempo, cuándo y dónde debemos socializar, qué debe decir, cuáles son sus amigos, dónde estacionarse…  hasta los ministerios en que debe servir en la iglesia. Aun delante de los demás tomamos la iniciativa de liderar las situaciones y llevar la voz cantante.  Cuando “ayudo”,  tristemente muchas veces estoy siendo controladora y sabia en mi propia opinión. Si consideras que estamos e...

La sumisión - Segunda parte

Las Escrituras son muy explícitas respecto al tema de la sumisión. Siendo esto así,  deberíamos  preguntarnos:  ¿Cuál es entonces el problema que surge con  la sumisión dentro del matrimonio? Para no entrar en opiniones personales, veamos  lo que Dios dice en Su Palabra. Vamos a dirigirnos  al Huerto del Edén, donde encontraremos la respuesta a nuestra interrogante. En Génesis 2:18, 20-25 aprendemos que al crear al hombre, Dios los creó “varón y hembra”, uniéndolos en “una sola carne” y asignándoles roles específicos dentro de esa unión. Así tenemos que Dios creó a Eva con el propósito de que fuera el complemento, la ayuda idónea de Adán, cuando dijo “no es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea”. Y en ese momento de la creación, se formaron dos seres a imagen de Dios, iguales en valor y dignidad pero con roles distintos y llamados a unirse y ser  una sola carne. El rol del hombre era de autoridad, liderazgo y amor; y, por otra...

La sumisión - Primera parte

En la cultura en que vivimos, existen ciertos principios  que se adjudican a una determinada posición o rol en particular; cuando realmente deben aplicarse  a todas las relaciones; ese es el caso del término  sumisión. Esta palabra parece provocar alergia a muchas personas, porque estamos viviendo en un mundo que rechaza el concepto de la autoridad; y, en especial en el caso de  las mujeres, porque muchas entienden que es un término denigrante, que implica inferioridad y que solamente se aplica a ellas, en especial si están casadas. Sin embargo, esta manera de pensar es errónea ya que el término  sumisión     no se aplica solamente a la mujer, ni surgió con el matrimonio. Este concepto tiene su origen en Dios mismo.  Lo encontramos en la naturaleza o esencia de Dios, ya que es una de las características que adornan a un Dios Trino que existe en tres personas. Las Escrituras nos enseñan que el Hijo está sujeto al Padre, lo mismo que el Es...

Conoce la historia de Ana

Han pasado 18 años desde que  el Señor nos sacó de nuestra tierra, Guatemala, para llevarnos a Panamá  donde  vivimos por espacio de 10 años, los siguientes seis años nos traslada a República Dominicana y es allí donde  por primera vez escuchó hablar de Revive Our Hearts. Un grupo de mujeres de nuestra iglesia (IBI) asistirá a la conferencia en Chicago.  No sabía de qué se trataba, pero curiosa ingrese a ver la transmisión vía internet.     Fui afirmada y confirmada por el Señor en mi rol de esposa y mama que por más de 28 años había ejercido, me sentí realizada y apoyada al saber que había estado haciendo las cosas a Su manera!!  Muchas veces había sentido la presión del mundo actual y la cultura a mi alrededor  gritando que no tenía valor quedarme en casa  y servir a mi familia, parecía ser una “especie en peligro de extinción."  Estas conferencias me sacudieron y pude ver que había valido la pena perseverar todos ...

Conoce la historia de Patricia

Fue en 1981, estudiando en la universidad, donde unos amigos nos invitaron a mi esposo y a mí, a ir a la iglesia y escuchar el evangelio. Ambos fuimos impactados por el mensaje de la Palabra de Dios. Y diez meses después de habernos casado y dos meses después de haber escuchado este mensaje por primera vez, abrazamos la salvación que sólo se halla en Cristo. En los siguientes años Dios nos regaló tres hijos y hoy en día nos coronan cuatro nietos. En 1985 mi esposo fue elegido pastor de la iglesia donde hoy todavía somos miembros y él sigue siendo uno de los pastores.  Por la gracia de Dios entendimos temprano que mi llamado era a ser esposa y madre. Todos esos años tuve el enorme privilegio de quedarme con mis hijos a tiempo completo y ser ayuda idónea para mi marido. Pero no fue sino hasta el 2006, que Dios comenzó a inquietarme con asuntos relacionados con mi vida cristiana, como mujer e hija de Dios. Pero no entendía a que era a lo que Él me estaba llamando. A través d...

Al que mucho se le perdona - Lucas 7:36-50.

Sugel Michelén En el relato de Lucas 7:36-50 hay dos personajes principales en los cuales el Señor Jesús se interesa. El primero es un fariseo llamado Simón. Él invitó con insistencia a Jesús a que fuera a comer a su casa. Sin embargo, cuando Jesús estuvo en su casa este hombre no aprovechó la oportunidad de tener al salvador en su hogar. El segundo personaje es una mujer pecadora. El relato no nos dice cómo se llamaba esta mujer. Pero cuando se enteró que Jesús estaba en la casa de este fariseo ella fue a verlo. Cuando esta mujer se encuentra con Jesús su reacción corresponde a la comprensión que ella tenía de su propio pecado y de Cristo. Ella ni siquiera se atrevió a mirar al Señor. Se acercó por detrás. Ella sabía que Cristo la podía perdonar. En ningún momento esta mujer habla en la historia. Ella estaba rindiendo un homenaje de adoración a aquel que podía perdonarla de la esclavitud de su pecado. Esta mujer no tenía la fuerza para dejar su estilo de vida pero tuvo un ent...

Conoce la historia de Betsy

Desde muy niña fui llevada a la iglesia, Dios se reveló a mi vida a la edad de 12 años y desde entonces he servido activamente en el cuerpo de Cristo. Formé parte de grupos de estudio para chicas adolescentes y siempre me interesaron todos los temas concernientes al ministerio femenino. Sin embargo, nunca había conocido la feminidad bíblica, había absorbido lo que la sociedad  me había enseñado, lo que había visto en mi hogar. Aprendí que debía estudiar, completar mis estudios, buscar un buen trabajo y hacer una maestría para asegurar mi espacio en la sociedad, una carrera exitosa era mi meta. Cuando me casé entendí que mi esposo y yo éramos un equipo y que juntos nos desarrollaríamos profesionalmente, no había roles definidos en mi hogar, ambos éramos proveedores y teníamos la misma cuota de responsabilidad con el cuidado del hogar y de nuestro hijo. La idea de estar en la casa para nutrir mi hogar y criar a mi hijo era algo totalmente absurdo, era un total desperdicio d...