Comencé a escuchar a Revive Our Hearts en el año 2007. En ese entonces tenía 7 años de casada, y tres hijos: un niño y dos niñas. Ambos, mi esposo y yo, trabajábamos fuera del hogar y era mi suegra quien nos ayudaba con el cuidado de los niños. Cada día cuando tenía que salir a trabajar me dolía tener que dejar a mis hijos e irme, pero me consolaba diciéndome que estaban en buenas manos. Debido a las deudas que teníamos y a las comodidades que disfrutábamos no pensaba en quedarme en casa con ellos. En realidad no veía la necesidad para hacerlo. Al final de cada día llegaba agotada del trabajo, para tener que lidiar con los niños y con las tareas cotidianas del hogar. Como resultado de todo esto, no pasaba tiempo con mi esposo y siempre estaba cansada para él. En una ocasión escribí al ministerio de Revive Our Hearts para que me aconsejaran. Nunca esperé que al contestarme me preguntaran si yo no había considerado dejar el trabajo y quedarme en casa. Así podría tener