Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo. Proverbios 1:5 Sabemos que cada vez que iniciamos un año más, siempre buscamos llenarlo de buenos propósitos, pero ¿Por qué es que casi siempre se quedan en buenos propósitos? Es por falta de interés o por falta de compromiso; al no saber que es lo que en verdad queremos es por ello que no sabemos muchas veces con que comprometernos. Hasta el hombre más sabio tuvo buenos propósitos, "Salomón". Cuando Dios le dijo que le concedería cualquier cosa que deseara, pidió un corazón entendido (1 Reyes 3.5–14). A Dios le agradó esta petición y no solo le dio sabiduría, sino también grandes riquezas, poder. Pero qué pasa cuando no obedecemos a la fuente de la sabiduría? La Palabra de Dios nos hace sabios, y más sabios que cualquier persona. La verdadera sabiduría va más allá de un conocimiento acumulado, es la aplicación de ese conocimiento que puede cambiar la vida. Las personas inteligentes o experim