Por Nancy Leigh DeMoss 50 evidencias de la necesidad de una visitación fresca del Espíritu Santo para avivamiento. “Presta oído, oh Pastor de Israel, Tú que estas sentado más alto que los querubines, resplandece! Despierta Tu poder y ven a salvarnos. Oh Dios de los Ejércitos, vuelve ahora, te rogamos; mira y ve desde el cielo, y cuida esta vid. Oh Señor, Dios de los Ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos salvos.” (Tomado del Salmo 80) Necesitamos avivamiento . . . Cuando dejamos de amar a Cristo como una vez lo hicimos. Cuando los intereses y las ocupaciones terrenales resultan ser más importantes que las cosas eternas. Cuando preferimos ver televisión o leer libros y revistas seculares en lugar de leer la Biblia y orar. Cuando las cenas de la iglesia tienen una mayor concurrencia que las reuniones de oración. Cuando los conciertos atraen mayores multitudes que las reuniones de oración. Cuando tenemos poco o ningún deseo de orar. C