Los dos deben reconocer que su matrimonio es un compromiso con Jesucristo primeramente y después con el uno al otro. Su mejor defensa contra las fuerzas que pueden destruir su matrimonio es que los dos mantengan una profunda y buena relación con Jesucristo y un compromiso a obedecer Su Palabra. Ser fiel y obediente en su caminar con el Señor les ayudara a no caer. Aquí hay varios principios prácticos para seguir: • Concéntrese en su corazón, no en su apariencia. Su vida interna es más importante que su apariencia. El escritor de Proverbios dijo lo siguiente, “Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será alabada” (Proverbios 31:30). Pedro dio este principio a las esposas en 1 Pedro 3:3-4, pero también se aplica a los esposos: “Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de