por Abigail Larsen “Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será alabada.” (Proverbios 31:30). Si usted es una mujer y tiene pulsaciones, las probabilidades son usted luche con el miedo del hombre. Dondequiera que miremos, hay gente a la que queremos complacer (generalmente mujeres), y nos preocupamos demasiado sobre lo que piensan de nuestras decisiones, comportamiento, filosofías, estilo de vida, la familia y las prioridades. Sin embargo, la Biblia es muy clara en este tema: lo que importa es si agradamos a Dios en todos estos aspectos de nuestra vida, no si otras personas lo aprueban o no. Es agotador y francamente imposible mantener felices a todos con quien nos encontremos. Así que en realidad es una gran bendición que somos responsables ante Dios, y no al hombre, de nuestras decisiones. Dios es el único que debemos temer, porque su "opinión" es la única que importa. Como mujeres, a menudo damos mucho crédito en cómo