Por Tim Challies A veces me pregunto cómo estaba Sarah mientras observaba a Abraham y Agar caminando en esa tienda juntos, lo que pensaba, lo que sentía (Génesis 16). ¿Cómo fue para la esposa ver a su marido buscando intimidad con esa otra mujer, sabiendo exactamente lo que estaban a punto de hacer? ¿A dónde fue su mente ir en esos momentos en los que estaban fuera de la vista? ¿Hasta dónde había caído a Sarah no sólo para permitir esto, sino para sugerir e incluso exigir eso? ¿Qué tiene que suceder en una esposa para que ella entregue a su marido a los brazos de otra mujer? La idolatría tiene que suceder, eso es. Sarah se había convertido en una idólatra. Ella no había comenzado a adorar ídolos de madera o piedra, pero ella era un idólatra, no obstante. Había una cosa que estaba que ella estaba convencida que tenía que tener con el fin de experimentar la alegría y con el fin de vivir una vida plena, y esa era la única cosa que Dios le había retenido. Ella tenía un marido, t