Por Maritza Edmiston Princesa, ¿sabe de esposos, hijos adolescentes o adultos que les da pena presentar a sus esposas o mamás porque ellas andan desarregladas o se visten anticuadamente? En lo que llamo EL ADORNO ABANDONADO, existe un grupo formado por damas aseadas, pero muy desarregladitas. Es un caso que noto mucho con las madres que invierten todo a su tiempo y fuerzas en las necesidades de su hogar e hijos, pero no toman tiempo para ellas. No recuerdan cuándo fue la última vez que fueron a un salón de belleza a cortarse el pelo. Recuerdo una madre, administradora de su hogar, cuyos vestidos eran tres tallas más grandes, zapatos tenis y calcetines a los tobillos. Ella aparenta 20 años más de edad, se veía envejecida y sólo tenía 35 años. En contraste, otra administradora de su hogar con tres niños, se levanta temprano, tiene su tiempo devocional, luego se adorna APROPIADAMENTE y lleva sus hijos a la escuela. Ella está siempre presentable para salir al doctor, al banco, a