Hebreos 12.1–3 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicc ión de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. La vida cristiana es una carrera. Dios nos capacita para correrla. La raíz griega para la palabra Carrera deriva de la agonía, esto es que debemos vivir la vida hasta nuestro último aliento. Existen obstáculos para llegar a la meta. El versículo 1 habla que debemos despojarnos de todo peso y del pecado, lo que implica que en nuestra vida tendremos obstáculos que aún y cuando no son pecados, producen el mismo efecto que éste, desviarnos de d