Fue en 1981, estudiando en la universidad, donde unos amigos nos invitaron a mi esposo y a mí, a ir a la iglesia y escuchar el evangelio. Ambos fuimos impactados por el mensaje de la Palabra de Dios. Y diez meses después de habernos casado y dos meses después de haber escuchado este mensaje por primera vez, abrazamos la salvación que sólo se halla en Cristo.
En los siguientes años Dios nos regaló tres hijos y hoy en día nos coronan cuatro nietos. En 1985 mi esposo fue elegido pastor de la iglesia donde hoy todavía somos miembros y él sigue siendo uno de los pastores.
Por la gracia de Dios entendimos temprano que mi llamado era a ser esposa y madre. Todos esos años tuve el enorme privilegio de quedarme con mis hijos a tiempo completo y ser ayuda idónea para mi marido.
Pero no fue sino hasta el 2006, que Dios comenzó a inquietarme con asuntos relacionados con mi vida cristiana, como mujer e hija de Dios. Pero no entendía a que era a lo que Él me estaba llamando. A través de algunos libros, como Mujer Verdadera de Susan Hunt y algunos otros fue que Dios preparó el terreno de mi corazón para lo que sucedería en el 2008.
Durante el 2007 comencé a escuchar a Nancy Leigh DeMoss en los programas de Revive Our Hearts diariamente y fue en septiembre del 2008, que con un grupo de aproximadamente 100 mujeres asistí a una conferencia de mujeres, en Chicago, EUA, con el titulo de True Woman o Mujer Verdadera.
Mi vida fue transformada a partir esa conferencia. Dios comenzó un proceso en mí de anhelar que otras mujeres entendieran el mensaje de la feminidad bíblica. Que Dios nos ha hecho mujeres por diseño y que esto tiene consecuencias. Para este tiempo hemos sido colocadas en el mundo, y como mujeres debemos vivir, modelar y traspasar todo esto que El nos ha dado. El diseño divino va mas allá de la maternidad física o de ser esposa, transciende el tiempo y hace que nos involucremos como hijas de Dios en cualquier etapa de la vida donde Él nos ha colocado, en nuestras iglesias y hogares para poner nuestro dones y talentos a Su disposición.
Hoy, por su gracia, soy parte de Aviva Nuestros Corazones. Tengo el privilegio de ser la voz de Nancy en los programas diarios y también de ser parte de este equipo de mujeres que estamos trabajando alrededor del mundo, para que las mujeres sean libertadas de la esclavitud y las mentiras de Satanás y sean trasladadas al Reino eterno de Jesucristo. Además el Señor me ha colocado en el Ministerio de Mujeres de mi iglesia local y es mi anhelo que Él manifieste Su gloria trayendo un avivamiento en nuestro medio.
Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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