por Verónica Vilugrón
Proverbios 31:27
“Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde”.
En otra versión dice:
“Ella observa, vigila como van las cosas en su familia, y el pan de la ociosidad no comerá.”
Podemos observar que esta mujer además de ser cuidadosa de su hogar, rechazaba una actitud de pereza, no perdía el tiempo, no lo gastaba inútilmente. Todo lo que tenía era por su esfuerzo, trabajo y diligencia, no es que lo que recibía venía de la nada.
Esta mujer es consciente de que su trabajo es importante y no solo para ella, sino que su velar y vigilar la ayuda a tener un buen fruto en sus hijos y esposo.
Ella no come del pan que no se ha ganado con esfuerzo.
Juan 6:27 "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre"
Ella lucha por la vida que permanece para vida eterna.
Clamemos a Dios que Él abra nuestros ojos para poder reconocer nuestros errores y cambiarlos.
Dios ya nos ha dado la gracia y capacidades para sobrellevar tanta responsabilidad.
Esta no es una obra humana, es un milagro de Dios en nosotras.
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