Ir al contenido principal

Al que mucho se le perdona - Lucas 7:36-50.

Sugel Michelén

En el relato de Lucas 7:36-50 hay dos personajes principales en los cuales el Señor Jesús se interesa. El primero es un fariseo llamado Simón. Él invitó con insistencia a Jesús a que fuera a comer a su casa. Sin embargo, cuando Jesús estuvo en su casa este hombre no aprovechó la oportunidad de tener al salvador en su hogar.
El segundo personaje es una mujer pecadora. El relato no nos dice cómo se llamaba esta mujer. Pero cuando se enteró que Jesús estaba en la casa de este fariseo ella fue a verlo. Cuando esta mujer se encuentra con Jesús su reacción corresponde a la comprensión que ella tenía de su propio pecado y de Cristo. Ella ni siquiera se atrevió a mirar al Señor. Se acercó por detrás. Ella sabía que Cristo la podía perdonar. En ningún momento esta mujer habla en la historia. Ella estaba rindiendo un homenaje de adoración a aquel que podía perdonarla de la esclavitud de su pecado. Esta mujer no tenía la fuerza para dejar su estilo de vida pero tuvo un entendimiento de quien era Jesús y comprendió que solo Él la podía salvar.
La reacción de esta mujer desagradó a Simón y su conclusión fue que como Jesús la aceptó pues no podía ser profeta. Esto demostró que, a diferencia de la mujer, Simón no estaba tan consciente de su deuda. Simón estaba interesado por la persona de Jesús, pero creía que no lo necesitaba como el salvador de su alma. Lo interesante es que Jesús estaba tratando de salvar a Simón y no a esta mujer pues ella ya sabía su condición.
En ocasiones no somos conscientes de nuestra deuda. Antes de que Dios nos perdone, todos tenemos la misma condición delante de Él. De modo que, estamos totalmente perdidos o estamos totalmente perdonados. Esta mujer amó mucho porque se le perdonó mucho. Esta mujer entendió lo que Jesús le ofreció. Como esta mujer, todo cristiano debe estar agradecido pues Dios le ha perdonado mucho.
Por último, debemos entender que no es por el hecho que amamos a Dios que somos perdonados; es porque somos perdonados que podemos amar a Dios. Esto fue lo que la Escritura mostró en la vida de esta mujer ahora perdonada y no pecadora delante de Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Considera los caminos de su casa

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:27  “Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde”. En otra versión dice:  “Ella observa, vigila como van las cosas en su familia, y el pan de la ociosidad no comerá.”  Podemos observar que esta mujer además de ser cuidadosa de su hogar, rechazaba una actitud de pereza, no perdía el tiempo, no lo gastaba inútilmente. Todo lo que tenía era por su esfuerzo, trabajo y diligencia, no es que lo que recibía venía de la nada. Esta mujer es consciente de que su trabajo es importante y no solo para ella, sino que su velar y vigilar la ayuda a tener un buen fruto en sus hijos y esposo.  Ella no come del pan que no se ha ganado con esfuerzo.  Juan 6:27 "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre" Ella lucha por la vida que permanece para vida eterna. Clamemos a Dios que Él abra nues...

De esclavo inútil a siervo util

“En otro tiempo él te fue inútil; pero ahora es útil, tanto para ti como para mí” Filemón 11 La carta a Filemón del apóstol Pablo, no la vemos tanto como una epístola doctrinal de manera cómo Pablo nos dejó sus epístolas, sino la vemos como el amigo que escribe a favor de otro amigo. Un joven esclavo, llamado Onésimo, escapó de la casa de Filemón y de alguna manera llegó hasta Roma. Parece que no era creyente en el momento de la fuga, pero cuando llegó a Roma estuvo en contacto con Pablo y así, bajo su influencia llego a ser cristiano. De manera que ahora la relación con su amo cambio completamente. La pregunta ahora era: ¿Volvería a su amo a sufrir la pena que tendría que tener por haber escapado? Pablo estaba de acuerdo en que esa sería la mejor decisión para que Onésimo pudiera mostrar su fe, y en un esfuerzo para obtener misericordia, escribió su carta a Filemón. La manera en que Pablo nos muestra en esta carta, nos presenta la trasformación que puede efectuar el evan...