Había una vez una niña que soñaba con aquel día en que encontraría su hombre perfecto, bueno, ideal para ella. Y cuando ese hombre apareció en su vida, ella supo que él era el elegido. Ellos se enamoraron, se casaron y vivieron felices para siempre.
Bueno… No exactamente.
¿Estás dispuesta a hacer cambios en tu corazón?
Normalmente escucho a las mujeres decir, y lo he experimentado personalmente, que la “felicidad eterna” termina en algún momento de la luna de miel o poco después. El esposo y la esposa entran en lo que he denominado el ciclo “Mujer feroz /Hombre temeroso”, y las paredes comienzan a levantarse hasta aislar a la pareja. Cuando esto sucedió en mi matrimonio, me vi atrapada en un largo y oscuro período de desesperanza.
Durante esa oscura temporada de nuestro matrimonio, frecuentemente sentía que las cosas nunca mejorarían. Me encontraba atada a alguien con quien yo no quería pasar el resto de mi vida.
Tenía que haber una respuesta a nuestros problemas, pero él no estaba dispuesto a cambiar.
“Si tan solo él hubiera buscado consejería, nosotros tendríamos una oportunidad.”
“Lo he intentado todo, pero nada de lo que he hecho parece hacer alguna diferencia. Él todavía actúa como si yo fuera su enemiga.”
¿Te resultan familiares algunas de estas declaraciones? Vamos a contrarrestar algunas de estas dudas con la verdad:
Las cosas nunca mejorarán.
Podría ser que tu relación no mejore. De hecho, puede empeorar. Pero mejorar tu relación no debe ser tu objetivo principal. Todas nuestras motivaciones y deseos deben estar enraizados en darle la gloria a Dios. Cuando vemos nuestra vida desde esa perspectiva, entonces podemos confiar en que, ya sea que veamos o no los cambios que entendemos son necesarios, todavía tendremos razones para adorar y agradecer a Dios.
Jesucristo es nuestro “todo en todo”, no nuestro esposo, ni nuestros hijos, ni las circunstancias de nuestras vidas. Cuando nuestros corazones están firmemente sostenidos en Él, podemos experimentar el verdadero gozo. Frecuentemente trata de recordar el hecho de que todavía no has visto el resto de la historia. Dios siempre está trabajando, y Él es ¡ capaz de hacer más de lo que puedes imaginar!
Estoy atada a alguien con quien no
quiero pasar el resto de mi vida.
"Atada" es una palabra muy fuerte. Sé que algunas mujeres están experimentando una pesadilla marital, y para ellas, hay salida. Si tu esposo es abusivo, controlado por alguna adicción, envuelto en actividades criminales o de inmoralidad, por favor, no te quedes callada. Sigue los lineamientos de confrontación presentados por las Escrituras, busca ayuda de un líder espiritual en tu iglesia y contacta a las autoridades correspondientes cuando fuere necesario.
Sin embargo, algunas mujeres se sienten “atrapadas” porque su vida no se ha convertido en lo que ellas esperaban y soñaban que sería. En ese caso, lejos de enfocarte en lo decepcionada que estás por lo que ha sido tu vida o en sentir que las cosas nunca mejorarán, trata de ser agradecida en todos los aspectos de la vida. Pídele a Dios que te provea de Su gracia para que tengas esperanza. ¡Con Dios tenemos todas las razones para esperar que Sus buenas obras se cumplan!
Debe haber una respuesta a nuestros problemas, pero él no está dispuesto a cambiar.
Mi pregunta para ti es: ¿Estas tú dispuesta a cambiar?
Me he dado cuenta que culpar a la pareja es la reacción más común cuando existe un conflicto marital (este hábito comenzó con la primera pareja, Adán y Eva). Durante años culpé a mi esposo y me sentía segura que él era la fuente de todos mis problemas. Pero una vez dejé de culpar a mi esposo y empecé a pedirle a Dios que me cambiara a mí, con el tiempo, ¡Él transformó a mi esposo! No sucedió de la noche a la mañana, claro, sino que tomó un par de años antes de que yo empezara a ver avances y cambios significativos. Pero la obra que Dios hizo en la vida de mi esposo es increíble.
¿Estas dispuesta a considerar la posibilidad de hacer cambios en tu corazón? ¿Le pedirías a Dios que trabajara en ti aspectos de tu corazón que te estén afectando internamente y de los cuales ni siquiera estés consciente en este momento?
Si tan solo él buscara consejería, nosotros tendríamos una oportunidad.
Consejería; una buena y útil consejería bíblica es una excelente fuente. Pero muchos hombres rechazan la idea de acudir a un consejero en busca de ayuda. Si le has pedido a tu esposo que busque ayuda de este tipo, y él rechaza la idea, empieza por pedirle a Dios que te dirija hacia una pareja dentro de tu iglesia, pudiese ser una pareja amiga de confianza, que espiritualmente sea madura. Invítalos un día a cenar, compartan tiempo en la Palabra y busquen oportunidades de realizar actividades con ellos. A medida que cultivas relaciones con creyentes maduros en la fe, se logra crear una base para que siempre hablen la verdad sobre sus vidas y que se convierta en una sana amistad de rendición de cuentas.
Lo he intentado todo. Nada de lo que intento parece hacer la diferencia. Él actúa como si yo fuera el enemigo.
Tú no eres el enemigo. Tu esposo puede que se sienta como si realmente tú eres el enemigo, y en ocasiones, puede que lo trates como si lo fueras, pero no eres el enemigo. Tenemos un enemigo muy real y te garantizo que él se deleita al ver que tu matrimonio caiga dentro de sus malvados planes.
Es de vital importancia que las parejas definan y desarrollen objetivos y propósitos comunes (¡y disfrutar juntos a lo largo de ese camino les ayuda tremendamente!). Cuando planean de manera conjunta para un bien común, desarrollan lealtad. Busquen maneras en las que puedan tener un propósito unificado. Puede ser un detalle tan pequeño como pertenecer al mismo equipo en un juego de dominó con otros amigos o tan complejo como manejar cinco o diez metas que se hayan propuesto durante un año. La crianza de los hijos trae sus propios desafíos, y por eso es tan importante trabajar de manera unida cuando se trata de tomar decisiones sobre su futuro.
¡Comunícale frecuentemente a tu esposo que estás de su lado! Hablarle claramente con esta afirmación cambiará la atmósfera dentro de tu hogar.
Finalmente, toma Colosenses 3:12-21 y considera usar esta verdad como una base para tu vida de hogar. Una noche, pídele a tu esposo si puede leer este pasaje para la familia después de la cena (antes de que cada uno se retire) y que tome un momento para compartir entre los miembros de la familia cómo pueden aplicar ese pasaje. Aplicar un pasaje en familia y discutirlo puede ser un proyecto que requiera por lo menos un mes para ejecutarlo.
¿Has perdido toda la esperanza? ¿Cómo puedes reemplazar tus sentimientos desesperanzados con las verdades que hemos estado recordando hoy?
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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