SALMO 142
Petición de ayuda en medio de la prueba. Oración que hizo cuando estaba en la cueva.
Con mi voz clamaré a Jehová;
Con mi voz pediré a Jehová misericordia.
Delante de él expondré mi queja;
Delante de él manifestaré mi angustia.
Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.
En el camino en que andaba, me escondieron lazo.
4 Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.
Clamé a ti, oh Jehová;
Dije: Tú eres mi esperanza,
Y mi porción en la tierra de los vivientes.
Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.
Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio
Este texto lo escribió David, estaba huyendo del Rey Saúl que quería matarlo.
Se refugia en una cueva, a pesar de estar acompañado por su familia y otras personas.
El se sentía solo y afligido. Sus circunstancias eran adversas e injustas
¿Alguna vez te haz sentido así? Yo si.
¿Qué hizo David?
1.- David oró a Dios.
Un corazón afligido debe buscar primero a Dios.
La oración muestra dependencia en Dios, sin importar la causa de la aflicción.
Un corazón afligido debe buscar primero a Dios.
La oración muestra dependencia en Dios, sin importar la causa de la aflicción.
2.- David expuso su queja ante Dios.
No ante sus compañeros, no trató de hacerse la victima, sino que abrió su corazón y le dijo todo lo que sentía.
El conocía a su Dios, y Dios conocía el corazón de David.
No ante sus compañeros, no trató de hacerse la victima, sino que abrió su corazón y le dijo todo lo que sentía.
El conocía a su Dios, y Dios conocía el corazón de David.
¿Cómo esta nuestro corazón?
Recordemos que el autor de Hebreos nos señala que debemos acercarnos a Dios con corazón sincero, esto es, mostrando el estado real de nuestra vida. (Hebreos 10:22)
3.- David depositó su confianza en Dios.
David reconoce que no hay nadie que lo proteja, y que solo Dios podría sacarlo de su angustia.
David reconoce que no hay nadie que lo proteja, y que solo Dios podría sacarlo de su angustia.
Sigamos el ejemplo de David !!!!
Sin importar la causa de la aflicción que estemos viviendo, oremos a Dios, humillémonos en su presencia, reconociendo la necesidad que tenemos de su consuelo, dirección, fortaleza y sabiduría, porque El tiene cuidado de nosotras. (1ª. Pedro 5:7)
Rosy Romo
Comentarios
Publicar un comentario