“El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mando a nuestros padres que le notificasen a sus hijos."
(SALMO 78:5)
(SALMO 78:5)
Este Salmo revela parte de los atributos de Dios, en especial lo que es su fidelidad. Pero tambien tambien revela que a través de su palabra se revela su persona, su ser y su gloria, que es la suma de sus atributos. Dios ordenaba al pueblo de Israel que debían transmitir las enseñanzas acerca de las obras de Dios, sus maravillas y su fidelidad. Salmo 19:7 nos dice: "La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma, el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo."
Hay principios que podemos aprender en esta escritura, que son útiles para nuestra vida como creyentes.
Salmo 78:5: El primer principio que aprendemos es la importancia de dedicar tiempo a la palabra de Dios y a nuestros hijos para que ellos conozcan que Dios ha dejado sus leyes y sus mandamientos para nuestras vida. Es una responsabilidad que no podemos delegarla a nadie mas. Aunque es importante la enseñanza en la Iglesia y en grupos bíblicos, el mandamiento es hacia los padres como la primera fuente de enseñanza. Salmo 22:6 nos dice: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartara de el."
Salmo 78:6 nos dice: "Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantaran lo cuenten a sus hijos." Otro principio es El deseo de Dios que nuestras generaciones siguientes sean bendecidas en el conocimiento del Dios vivo único y verdadero. Muchos de nosotros no tuvimos esa bendición de tener padres o abuelos creyentes, pero ahora entendemos que la gracia de Dios nos alcanzo y por eso es nuestro deber construir nuevas generaciones en la verdades de Dios. Deuteronomio 6:6-7 nos dice: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablaras de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes."
Salmo 78:7: "A fin de que pongan en Dios su confianza y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos." Otro principio es que su pueblo, y las generaciones siguientes, aprendieran a confiar en la bondad y fidelidad de Dios. Este mismo mandamiento esta vigente hoy en día para nosotros. Dios es fiel, sus promesas verdaderas, y su soberanía y providencia nos conduce a su propósito eterno. Romanos 8:28 nos dice: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."
Salmo 78:8: "Y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón y cuyo espíritu no fue fiel a Dios." Este principio nos muestra el resultado y consecuencia de la negligencia, desobediencia y orgullo en nuestro corazón, por no atender a los mandamientos de nuestro Dios. Sabemos por las Escrituras, las consecuencias que sufrió el pueblo de Israel por su infidelidad y idolatría, haciendo caso omiso a los testimonios, las obras y maravillas que Dios hizo delante de ellos. Jueces 2:10 nos dice: "Y toda aquella generación tambien fue reunida a sus padres. Y se levanto después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que el había hecho por Israel."
Amadas hermanas; Nuestros hijos están expuestos por diversos medios sociales a tanta información errónea y alterada, pero sobre todo en contra de Dios. A lo bueno hoy le llaman malo, y a lo malo bueno. Es allí donde la palabra de Dios y sus mandamientos nos manda a velar con diligencia para guardar las mentes y corazones de ellos. Toda edad es apropiada para tomarnos tiempo y enseñar las verdades y las obras que Dios ha hecho de generación en generación hasta nuestras propias vidas. Si hacemos esto, nuestros hijos tambien las enseñaran a sus hijos alcanzando así a las siguientes generaciones.
Es mi oración para todas las que somos madres o abuelas, a que no desmayemos ni nos cansemos pues a su tiempo se verán los resultados, pues fiel es Dios que lo ha prometido.
Recordemos las palabras del Apóstol Pablo a los Galatas 6:9 "No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo cegaremos, si no desmayamos."
Dios les bendiga
Sandra.
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