Carmen Espaillat: En los primeros años de su matrimonio Dennis y Bárbara Rainey pasaron por momentos muy difíciles.
Bárbara Rainey: No había romance. No había ningún sentimiento. Era solo supervivencia. Estábamos tratando de salir de la cama cada mañana, hacer lo correcto y esperar que ninguna otra cosa no se quebrara, por decirlo así, vivíamos con la sensación de que estábamos pendiendo de un hilo.
Carmen Espaillat: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín.
Nancy DeMoss de Wolgemuth: Bueno, es un gran, gran privilegio el dar la bienvenida hoy enAviva Nuestros Corazones a una pareja muy querida, amigos personales desde hace mucho tiempo, y campeones en la edificación de hogares y matrimonios piadosos.
Dennis y Bárbara Rainey son conocidos para la mayoría de nuestra audiencia. Tú probablemente en muchos casos los has escuchado en el programa Vida en Familia Hoy. Y muchas de ustedes seguro han asistido a conferencias organizadas por Vida en Familia Un fin de Semana para Recordar. O quizás han leído los libros de Dennis y Bárbara. Tal vez has utilizado los recursos de Vida en Familia para ayudar a edificar tu matrimonio o invertir en tu familia.
Hoy tenemos la oportunidad de hablar con ellos a un nivel más personal. Dennis y Bárbara, muchas gracias por venir y unirse a nosotras para hablar en Aviva Nuestros Corazones.
Bárbara : Estamos muy contentos de estar aquí.
Dennis: Y yo me alegro de haber tenido el privilegio de trabajar contigo y ver a Dios utilizarte de muchas maneras poderosas, Nancy. Creo que lo mejor está aún por venir.
Nancy: Hemos sido compañeros de ministerio por una gran cantidad de años, y he tenido el privilegio de ser invitada a Vida en Familia (Family Life). Y Bárbara tú has sido invitada a Aviva Nuestros Corazones. Pero esta es la primera vez que hemos tenido la oportunidad de tenerlos a los dos juntos en Aviva Nuestros Corazones pero creo que debió haber sido antes.
Bárbara: Es gracioso. No me había dado cuenta de que no habíamos estado juntos acá.
Nancy: Ya era tiempo.
Bárbara: Sí. Estamos contentos de hacerlo.
Dennis: Es un honor estar aquí.
Nancy: Sé que ustedes han entrevistado en -Vida en Familia (Family Life) a muchas parejas, han contado muchas historias de matrimonio, historias de los matrimonios de otras personas. Pero creo que a nuestras oyentes les encantara tener la oportunidad de llegar a conocerlos mejor como pareja.
Ustedes han estado casados por 37 años, tienen seis hijos, catorce nietos. Eso es mucha vida, mucha vida familiar. Y tienen un mensaje de vida. El ministerio de Vida en Familia es realmente el fruto de su mensaje de vida de tener un matrimonio hoy que permanece, que se mantiene el curso, y que es fiel al Señor. Es un tesoro nacional, y hoy día no hay suficiente de estos. Así que quiero que nuestras oyentes tengan la oportunidad de llegar a conocerlos mejor y escuchar cómo Dios ha hecho esto en su familia.
Así que solo quiero retroceder 37 años más o menos y escuchar cómo se conocieron. No estoy segura de que he oído esa historia yo misma.
Bárbara: ¿En serio? Dennis y yo nos conocimos en la universidad. Yo era una nueva creyente y él había sido transferido recientemente de un colegio junior. En ese semestre de otoño los dos nos involucramos en la Cruzada Estudiantil para Cristo en el campus de la universidad. Él, otro joven que era su compañero de cuarto y yo, y nos convertimos en una especie de trío. Hicimos muchas cosas juntos a través de la Cruzada.
Hicimos algunas cosas diferentes bastante innovadoras. Teníamos todas estas ideas divertidas que queríamos hacer de Cristo el tema en nuestro campus. Y nosotros tres realizamos esas actividades juntos. Así que llegué a conocerlo como amigo mucho antes de que empezáramos a salir, de manera que tuvimos una buena base.
Dennis: Estábamos divirtiéndonos mucho como amigos. Imagínate, hasta nominamos a Cristo para presidente en las elecciones del cuerpo estudiantil. Nosotros nos llamábamos "Radicales para Cristo". Éramos nosotros tres.
También creamos un periódico cristiano clandestino. Y, por supuesto, nos divertíamos muchísimo con la mascota de la universidad, con el equipo de fútbol.
Nancy: Bueno me imagino
Dennis: Y entrevistamos a los entrenadores que eran seguidores de Cristo. A decir verdad, se me ocurrió tal vez un par de veces invitar a salir a Bárbara, pero mi mejor amigo se sintió atraído hacia ella y ella comenzó a salir con él. Así que no la invité a salir y él lo hizo, y ellos iniciaron una relación. Al final, él le pidió que se casara con él y luego, un par de días más tarde él se retractó de su propuesta, y rompieron. Esta es una parte muy interesante de la historia, que no sé si alguna vez has oído hablar o no, Nancy.
Nancy: No, no la había oído.
Dennis: Pero un año más tarde, una señorita vino a mí en el Centro Conferencial Arrowhead Springs donde estaba en ese momento la sede de la Cruzada Estudiantil. Esta señorita me dijo: "Necesito un consejo sobre esta relación con un joven que estoy saliendo". Le dije dos cosas de las cuales ella dijo que significaron mucho para ella más adelante.
Número uno, "¿Tú crees que Dios es lo suficientemente grande como para darte a alguien a quien puedas amar más que a este tipo con el que estás saliendo?"
Ella pensó: "Sí, Dios es lo suficientemente grande para hacer eso".
Y la segunda cosa que le dije fue, en forma de una parábola. Había un pequeño niño con el nombre de Johnny que estaba en el césped delantero de su casa jugando en la tierra. Y su tío se acercó y dijo: "Hey Johnny, ¿te gustaría una moneda de diez centavos hoy o un dólar la semana que viene?"
Y los ojos del pequeño Johnny impetuosamente rebotaron desde la moneda de diez centavos hacia el dólar y de vuelta a la moneda de diez centavos. Pensó en lo que eso podría comprar. Y recuerda que esto fue hace varios años, por lo que esto fue cuando diez centavos compraban un paquete de papas fritas o un dólar compraba una pelota de goma.
Y él pensó: "¿Cuál preferiría yo tener?" Él fue golpeado con una punzada de hambre por lo que tomó la moneda de diez centavos, compró los chips, y los devoró. Se habían ido.
Bueno, llegó la semana siguiente. Adivina lo que todo el mundo en el vecindario de Johnny tenía? Una pelota de goma. Así que Johnny se sube a su bicicleta, conduce a la casa de su tío, llama a la puerta, y dice: "Hey tío, ¿qué hay con ese dólar que me prometiste?"
Su tío lo miró por encima de sus gafas bifocales y dijo, "Uh-uh, Johnny. Te prometí una moneda de diez centavos hoy o un dólar la próxima semana. Tú tomaste la moneda de diez centavos. No puedes tener el dólar”.
Y le dije a esta joven que tal vez Dios tenía un dólar para ella más adelante.
Bueno, Nancy, esta es una historia real. Esa joven que yo estaba aconsejando era Bárbara. Así que tú estás mirando el dólar.
Bárbara: ¡Ja! ¿No es una gran guion? ¡Le encanta contar esa historia!
Dennis: Me encanta contar la historia porque sabes, Dios es un Dios de segundas oportunidades, pero Él tiene lo mejor para nosotros. Creo que mucha gente no espera por lo mejor que Dios tiene para ellos. Creo que la historia de nuestro matrimonio fue en realidad un par de personas imperfectas que había cometido un montón de errores en sus vidas, pero que en última instancia, lo hicieron bien, finalmente, al esperar en Dios, y confiar en Él.
Fue interesante. Un año más tarde empezamos una amistad en torno a una reunión en el área de Dallas, Ft. Worth llamado "Explo 72". Y salimos, sin compromiso, pero pasamos tiempo juntos 52 días de los 55.
Nancy: ¿Y quién estaba contando esos días?
Dennis: ¿Sí, pero quién está contando?
Bárbara: Él estaba contando.
Dennis: Yo estaba contando. Pero mirando hacia atrás ahora es interesante. Seis semanas más tarde estábamos en una boda, y un amigo nuestro dijo: "Ustedes tienen que decidir si se van a casar o no".
Bárbara: ¿Y esta es o no la voluntad de Dios? Porque si la es, tienes que hacer algo con respecto al tiempo que están pasando juntos. Si no es Su voluntad, ustedes necesitan dejar de pasar tiempo juntos.
Esto nos dio un perfecto sentido para nosotros dos porque realmente creíamos que Dios tenía un plan. Y, o era Su voluntad o no era Su voluntad.
Y pensamos: "Sí, eso tiene sentido. Tenemos que averiguar cuál es la voluntad de Dios y luego actuar en consecuencia. "Y así lo hicimos”.
Dennis: ¿Así que adivina cuántas veces hablamos de matrimonio antes de esa fecha?
Nancy: Cero. No habían llegado a ese punto aún.
Bárbara: No, yo todavía pensaba que él era mi mejor amigo. Realmente no lo veía de otra manera. . . A pesar de que pasábamos todo ese tiempo juntos, yo había decidido hacía mucho tiempo que no era más que un amigo. Así que lo veía solo como una amistad con quien solo estaba pasando el rato. Nunca se me ocurrió considerarlo como algo más que un amigo. Yo estaba muy sorprendida por la conversación, por cierto. Me quedé sin palabras.
Nancy: ¿Y cuánto tiempo desde ese punto hasta la boda?
Bárbara: Seis semanas.
Dennis: Bueno, hay una pequeña historia que necesita ser contada aquí. El consejo del consejero fue: "Toma una semana. Ora al respecto, y luego decide lo que vas a hacer”.
Así que después de haber orado al respecto durante dos días, llamé a Bárbara a las 2:00 am.
Bárbara: En la ciudad mía.
Dennis: En Carolina del Sur, donde se encontraba. Y yo dije: "¿Quieres casarte conmigo?" No esperé una semana.
Nancy:¿Esperaste a que ella se despertara?
Bárbara: No sé lo que hizo, en realidad.
Dennis: Yo le envié una docena de rosas el día siguiente, Nancy, para confirmar el acuerdo, porque no estaba seguro de que estaba despierta.
Nancy: Para asegurarte de que ella se acordara.
Dennis: Pero estábamos casados seis semanas después. Tú sabes cómo los matrimonios comienzan- nunca conoces bien a la otra persona. Realmente es una decisión de caminar por fe y confiar en Dios. Es volver a lo que Proverbios dice. Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y Él enderezará tus veredas (ver Proverbios 3: 5-6).
Nancy: Es interesante que su matrimonio o su relación estuvo basada realmente en el deseo de servir al Señor juntos. Eso es lo que habían estado haciendo durante esos años.
Bárbara: Eso es correcto.
Nancy: Y eso es lo que han estado haciendo todos estos años desde entonces.
Bárbara : Realmente miramos hacia atrás y estamos muy, muy agradecidos de que Dios permitió que nuestra relación se desarrollara de la manera que lo hizo. Estoy muy agradecida de que me casé con mi mejor amigo porque nuestro matrimonio no se basó en un enamoramiento. No se basó en nada de eso porque éramos amigos.
Fuimos amigos primero. Eso fue realmente una manera muy saludable de empezar nuestra relación porque éramos capaces de discernir la voluntad de Dios, porque no estábamos nublados por todas estas otras cosas emocionales. Fue muy fácil orar y decir: "Dios, ¿es tu voluntad?" Yo sabía que lo era. Yo sabía que si él me lo pidió yo tenía que decir que sí.
Así que nuestro matrimonio comenzó con la base de saber sin duda que fuimos llamados para estar juntos para toda la vida. Fue una gran manera de comenzar una relación.
Nancy: Y todos vivieron felices para siempre.
Bárbara: Bueno, no, no, no esa parte.
Dennis: Tú lo sabes.
Nancy: Sin problemas, sin desafíos.
Dennis: Una de las cosas más interesantes, Nancy, era como a medida que estábamos siendo asesorados por nuestro amigo, una especie de consejero, dijo, "Realmente quiero que mires a Bárbara y te des cuenta de que ella es un ser despreciable. Ella es una pecadora. Ella es egoísta".
Y entonces el le dijo a Bárbara, "Míralo. Dennis es un miserable. Él es egoísta. Él es un pecador ".
Creo que la gente tiene una manera de idealizar los matrimonios. Ellos escuchan estas historias y ellos piensan que van a ser felices para siempre. Pero quiero decirte que el matrimonio es la vida real.
Nancy: ¿Ahora creías eso cuando escuchaste esas palabras antes de casarte? ¿Esta persona con la que me voy a casar es un miserable, un pecador?
Dennis: No, no, en absoluto.
Bárbara: No había visto ese otro lado de él, así que no lo creía.
Nancy: ¿Cuánto tiempo se tomó hasta que empezaste a ver ese lado?
Dennis: Buena pregunta.
Bárbara: Yo creo que es una buena pregunta. Creo que con bastante rapidez. Pero me tomó un tiempo para creerlo porque empecé el matrimonio. . . Yo era prácticamente una nueva cristiana. Había comprado la idea de que si has jugado por las reglas y lo hiciste "A más B", íbamos a ser felices para siempre.
Sabía de una manera realista que felices para siempre realmente era un cuento de hadas. Pero pensé que sería mucho más fácil porque éramos cristianos y porque íbamos a llevar el patrón de la Escritura. Pensé que iba a ser mucho más fácil de lo que era en realidad.
Nancy:¿Así que tenías algunas expectativas?
Bárbara: Por supuesto, yo tenía algunas expectativas. Y mis expectativas honestamente no eran muy bíblicas, porque estaba minimizando el hecho de que éramos egoístas, miserables y pecadores, y yo estaba maximizando el hecho de que si hacíamos las cosas bien, entonces iba a ser fácil.
Dios tuvo que ayudarme a ver durante años que la parte miserable es tan cierta. Y aprender a lidiar con nuestro pecado es un desafío, no importa quién eres.
Dennis: La vieja naturaleza pecaminosa no se vuelve más dulce a medida que envejecemos. Hemos de esperar hacernos más y más como Cristo a medida que estudiamos más la Biblia y oramos al tratar de seguir a Cristo. Pero esto no significa que la vieja naturaleza de pecado y nuestro egoísmo desaparecen.
Nancy: Así que llévanos de vuelta a esos primeros años de tu matrimonio a un incidente o a un problema que te haya hecho darte cuenta: "Realmente estoy casada con un pecador".
Dennis: Hubo un período de tiempo del que hemos hablado una gran cantidad de veces, a los cinco o seis años en nuestro matrimonio. Nos habíamos mudado por quinta vez en seis años, y hubo una serie de acontecimientos que tuvieron lugar durante ese año que golpearon nuestros cimientos. Te cuento.
Mi papá murió. Teníamos problemas económicos. Estábamos empezando Vida en Familia-Family Life, este ministerio del que nadie conocía, no tenía identidad, a nadie realmente le importaba. Apenas lo estábamos lanzando. Nuestro hijo Benjamín tuvo una cirugía a la edad de un año. Tuve que volver y hacerme cargo del negocio de gas propano de mi familia en medio del peor invierno en la historia, entre 1976 y 1977, y yo no sabía nada acerca de cómo manejar un negocio de propano.
En medio eso, me tiré en la misma cama que mi papá había muerto. Y hasta hubo que llevarme al hospital, pensé que estaba teniendo un ataque al corazón. Terminé ese período de dos semanas haciendo eso, y regresé a casa.
Poco tiempo después de eso, unos meses más tarde, Bárbara estaba haciendo sus ejercicios y se desvaneció. Sentí su cuello y su pulso, y su corazón latía a más de 200, 250 latidos por minuto. Así que la llevé inmediatamente al hospital. Estuvo a punto de morir. Ella mantuvo una frecuencia cardíaca de 300 latidos por minuto durante casi ocho horas. En un momento estaba sentado en la unidad coronaria preguntándome qué iba a hacer con dos niños menores de dos años de edad.
Cuando tú pasas a través de un período de tiempo, y el matrimonio es puesto a prueba para saber de lo que está hecho, tú empiezas a probar con determinación si tú vas a vivir para ti mismo o si vas a vivir para otra persona.
Afortunadamente, la forma en que habíamos comenzado nuestro matrimonio, fue con un compromiso con Cristo determinando que Él fuera nuestro Maestro, y nosotros sus esclavos. Ese deseo Dios nos lo concedió. Eso no quiere decir que no lucháramos con ello de vez en cuando, pero permitió el manejo de ese período de doce meses, donde todo se rompió realmente en nuestras vidas.
Y curiosamente, Nancy, al final de ese período de tiempo que acabo de describir, nos enteramos de Bárbara estaba embarazada.
Nancy: Este era el número tres.
Dennis: Con el número tres y se preguntaba si sería capaz de dar a luz y vivir, tener un bebé sano. Quiero decir, todo es incierto.
Así es como yo respondería a la pregunta, "¿Cuáles son los puntos clave de nuestro matrimonio en el que tuvimos que decidir," ¿nuestras vidas nos pertenecen o nuestras vidas son de otra persona? '"
Nancy: Así que en ese año de mucha presión, ustedes estaban creciendo en una mayor intimidad entre sí, ¿o estaba esto solo aumentando la tensión en el matrimonio?
Bárbara: Mi recuerdo de aquel año no es un montón de emoción, porque creo que estábamos tan en el borde durante tanto tiempo. Creo que, en última instancia, nos unió más. Pero creo que lo que sentíamos en ese momento era que estábamos tratando de sobrevivir. No había romance. No había ningún sentimiento. Era solo supervivencia. Estábamos tratando de salir de la cama cada mañana, hacer lo correcto y esperar que otra cosa no se quebrara, por así decirlo.
Solo recuerdo la enorme sensación de que estábamos pendiendo de un hilo. Jesús dijo que en este mundo tendréis aflicción. Ese fue nuestro primer encuentro real con problemas. Nos sacudió. Nos hizo temblar. No nos gustó. No se sentía bien.
Pero estábamos comprometidos a permanecer juntos. De hecho, nuestra primera Navidad juntos después de haber estado casados por solo cuatro meses, tuvimos una especie de pequeña ceremonia privada en esa Navidad y re-comprometimos nuestras vidas a Cristo como pareja.
Sí, lo habíamos hecho en nuestra boda, y sí, lo habíamos hecho en forma individual antes de que incluso empezáramos a salir. Pero queríamos que en el inicio de nuestro matrimonio realmente tuviera una especie de estaca en el suelo. Así que hicimos eso en la primera Navidad.
Creo que hacer ese compromiso de permanecer con él de por vida es lo que nos mantuvo a través de esa temporada difícil y a través de las que le siguieron, porque han habido otras también. Así que el compromiso de no darse por vencido y no renunciar sin importar que crea, es lo que va a mantener unida a una pareja a través de las tormentas de la vida.
Nancy: Al pensar en resistir esa temporada de tormentas, decimos en nuestro ministerio, "la presión santifica". Tiene una forma de desarticular las cosas que no son como Cristo y purificar nuestros corazones. Al mirar atrás, ¿cómo dirían ustedes que esos periodos de presión en su matrimonio los han cambiado? ¿Cómo los han hechos más como Jesús?
Bárbara: Bueno, para mí yo diría que más que nada todos esos problemas a lo largo de los años han sido usado por Dios para despojarme de las cosas que pensé que me darían esperanza, realización, alegría o satisfacción. Lentamente pero con seguridad Él ha llevado mis manos fuera de esas cosas a las que me estaba aferrando y que pensaba que eran importantes.
Hay un himno que me encanta que dice: "Segura mi esperanza está en la justicia de Jesús". Se basa nada más y nada menos que en la justicia de Jesús. Creo que a pesar de que yo era una creyente comprometida y aunque en mi corazón, yo quería sólo lo que Dios quería para mi vida , también pienso que estaba esperando en otras cosas. Creo que estaba confiando en mi desempeño o mi capacidad de ser una buena esposa o de ser una buena madre. Tenía la esperanza también en otras cosas.
A través de los años todas estas dificultades que Dios ha permitido en nuestras vidas han sido su manera de decir, "Tu esperanza está en el lugar equivocado. Está en parte en el lugar correcto, pero está también en parte en el lugar equivocado "El poco a poco a través de los años me ha despojado de esas cosas por lo que tengo una mejor comprensión de la verdad de la declaración: Mi esperanza no está en otra cosa que en Jesucristo”.
Dennis: Para mí creo que las palabras de Jesús en Lucas capítulo 9:23. Él dice: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mi causa, la salvará”.
Yo no quiero reducir la vida a una fórmula, porque no lo es. No es simple. La vida está llena de baches y los valles y las cimas de las montañas y todo lo demás. Pero yo tendría que decir que la persona que finalmente cree en Cristo, en Su Palabra y dice: "Yo voy a ir en pos de él y sé que es una búsqueda de por vida de Jesucristo" y luego se involucra en el trabajo duro de la autonegación. Quiero decir, no siendo egoísta, quitando la pretensión, el orgullo, la arrogancia, pensando que puedo hacerlo a mi manera y teniendo la vida como yo quiero, sino realmente seguirlo y dejar que Él guíe y lidere.
Creo que todo el mundo tiene una cruz que llevar, una carga que tú estás llevando quizá por diez, veinte, treinta, cuarenta años. Puede ser un matrimonio que no es lo que querías. Pero toma esa cruz y sigue de nuevo a Jesús. Sigue volviendo a Él.
Él es quien dijo ser o no lo es. No hay nada en el medio. Si Él es quien dijo ser, entonces eso significa que podemos llegar a Él y Él nos encontrará y Él nos dará el valor, la fuerza día a día para seguirlo.
Bárbara y yo hemos enfrentado tantos retos en nuestro matrimonio en un período de 37 años. No hubiéramos podido ni siquiera empezar a entrar en algunos de los valles que hemos caminado juntos, a través de algunas de las luchas privadas que nos hemos enfrentado juntos.
Pero no puedo imaginar lo que hubiera sido haber intentado enfrentarlos como pareja solo en mi propio poder, en mi propia fuerza. Eso sería lo que se llama futilidad y un fracaso mayor.
Nancy: Cuando hablas de ir a la cruz que te lleva al punto de la muerte— a la muerte de uno mismo, la muerte al orgullo, a la muerte a mi manera. El misterio de la manera de Dios es que la muerte trae realmente vida.
Y mientras estoy sentada aquí mirándolos a ustedes en el día de hoy y los he conocido por el tiempo suficiente para saber la cálida y estrecha e íntima amistad que tienen como pareja, hoy con 37 años de casados, después de haber pasado por un montón de esos valles y algunos de ellos hace muchos años pero algunos más recientemente. Pero ver la vida, la plenitud, la bendición que ha salido de su disposición a tomar esa cruz en su matrimonio como dos pecadores casados entre sí, dejando que Dios haga su voluntad.
No solo la belleza y la vida y la fragancia, el fruto de su matrimonio, sino ver el Ministerio Vida en Familia que durante los últimos 30 años, Dios ha usado para llevar a miles y miles y miles de parejas a experimentar esa clase de vida ellos mismos. La muerte realmente trae vida.
Así que los sacrificios que han hecho, la disposición de decir no a su carne, la disposición de decirsí a Dios, solo la eternidad revelará todo el fruto que eso ha producido. Así que ha traído alegría a sus vidas, pero también alegría a un sin número de otras parejas, matrimonios y familias también.
Solo quiero decirles gracias, gracias por haber rendido sus vidas por amor a Cristo, por amor al Evangelio, y por aquellos que a través de este país y alrededor del mundo están experimentando la calidad de vida en Cristo hoy que no habrían conocido de otra manera. Y quiero animarlas a que busquen en sus librerías cristianas o en el internet los libros que Dennis y Bárbara Rainey han escrito acerca del matrimonio, acerca de la familia.
Dennis y Bárbara gracias por abrirnos sus corazones, mañana retomaremos nuestra conversación con ellos.
Gracias por estar con nosotros en Aviva Nuestros Corazones. Mañana Nancy continuara esta conversación con Dennis y Bárbara Rainey.
Carmen: Mañana Nancy continuará esta conversación con Dennis y Bárbara Rainey.
Aviva Nuestros Corazones Con Nancy Demoss de Wolgemuth es un ministerio de alcance de Life Action Ministries.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
Comentarios
Publicar un comentario