El fin de año, muchas de nosotras nos proponemos hacer cambios para el siguiente año, quitar malos hábitos, hacer ejercicio, hacer una dieta, leer la Biblia en un año etc.
Lucas 9.23
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
“Venir en pos” significa unirse a Cristo como su discípulo, identificarse con sus propósitos e imitar sus cualidades de carácter, para así Glorificar a Dios.
1. DEBO NEGARME A MÍ MISMA: En el original griego, “negarse” significa “rehusar asociarse con”.
Si recordamos que tenemos una naturaleza caída, por lo que estamos inclinados a pecar, el negarnos a nosotras mismas, significa que debemos rehusar asociarnos con nuestros pensamientos y actos que no honran a Dios.
Esto es, debo de dejar el viejo yo. Mis deseos, mis pensamientos que no honran a Dios, mis hábitos pecaminosos.
Cuando nos negamos a nosotros dependemos únicamente de la Gracia de Dios que obra en nosotras para someternos a su voluntad que es buena, agradable y perfecta (Rom.12:2).
Cada una de nosotros sabemos cuáles son esas cosas que interrumpen nuestra relación con Dios, y las cuales debemos de confesar como pecados, para poder así negarnos a asociarnos con ellas.
Si recordamos que tenemos una naturaleza caída, por lo que estamos inclinados a pecar, el negarnos a nosotras mismas, significa que debemos rehusar asociarnos con nuestros pensamientos y actos que no honran a Dios.
Esto es, debo de dejar el viejo yo. Mis deseos, mis pensamientos que no honran a Dios, mis hábitos pecaminosos.
Cuando nos negamos a nosotros dependemos únicamente de la Gracia de Dios que obra en nosotras para someternos a su voluntad que es buena, agradable y perfecta (Rom.12:2).
Cada una de nosotros sabemos cuáles son esas cosas que interrumpen nuestra relación con Dios, y las cuales debemos de confesar como pecados, para poder así negarnos a asociarnos con ellas.
2. DEBO TOMAR MI CRUZ. En el tiempo de Jesús, la cruz era un instrumento de muerte. Así el mandato dado por el Mesías significa que todo discípulo de El, debe estar dispuesto a dejar su vida por seguir sus enseñanzas y mandamientos.
Esto es un acto que nace de nuestra convicción de ser hijas y por lo tanto discípulas de Cristo, y no de una presión externa. Decido voluntariamente salir de mi zona cómoda y servir a Cristo antes que ser servida, si esto implica sufrir hacerlo con contentamiento y aún sufrir persecución por hacer estas cosas que son tan extrañas en nuestro mundo.
Esto deberá ser cada día sin excepción y con la fortaleza de Dios.
3. DEBO SEGUIR A JESÚS. Esto es confiar en El, caminar con El y obedecer sus mandamientos, todo esto con un corazón agradecido por el regalo mas bello que me ha dado que es la salvación de mi alma.
Seguir a Jesús significa conocerlo, mediante la morada abundante de su Palabra y la guía del Espíritu Santo, cada día de mi vida.
No son propósitos fáciles de seguir pero es lo que demanda Dios de nosotros si nos decimos “cristianas”. Implica mucha oración y tener su palabra atada a nuestros corazones.
Dios las bendiga.
ROSY ROMO.
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