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¿Qué tanto hablas a los demás de la grandeza de Dios?

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones. >>Sal.100:1-5<<
Podemos aprender que la adoración debe de ser parte fundamental de nuestra vida, en la práctica, y principalmente en el corazón, es decir: mente corazón o alma es con todo nuestro ser, todo lo que hagamos y pensemos debe de llevar Alabanza y Adoración a Dios.
Dios es nuestro Creador pero... lamentablemente mucha gente vive como si fuera su propio creador siendo el centro de su pequeño mundo, y esta mentalidad los puede lleva a ambicionar mas de lo que tienen.
Sin embargo, cuando nos damos cuenta de que Dios nos creó y nos da todo lo que tenemos, queremos dar a otros conforme Dios nos ha dado
2 Corintios 9.8
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.
Si creemos que Dios es grande, no podemos evitar decírselo a otros. El mejor testimonio se da cuando nuestros corazones están llenos de gratitud por lo que Él ha hecho. Dios nos escogió para proclamar «en todo lugar sus maravillas». La alabanza para nuestro gran Dios fluye desde el centro de nuestro ser.
La verdadera adoración se basa en los conocimientos de quién es Dios y de lo que él ha hecho. Podemos cantar un canto de gozo al Señor porque él nos hizo y nos ha redimido. Dios hizo a la humanidad para que le sirviera, pero toda la raza humana se desvió; Jesús nos hizo regresar al rebaño de Dios, y ahora Tenemos la confianza de que nunca nos excluirá otra vez porque Jesús prometió que a sus ovejas nadie las arrebatará de su mano.
Los primeros versos nos enseñan a:
1.- Cantar con alegría.
2.- Servir con gozo
3.- Venir con regocijo
4.- Reconocer con humildad que solo el Señor es Dios.
Esto nos debe enseñar que el gozo y el júbilo, el agradecimiento y la alabanza, fluyen naturalmente del corazón y de los labios que reconocen la bondad del Señor.
Vengamos a él con cantos de júbilo.
Dios les bendiga
Gano Ortega

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