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La dicha del perdón

"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis;y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el padre, a Jesucristo el justo." (1 Juan 2:1)
El Apóstol Juan nos enseña que Dios es luz, y como hijos de Dios debemos andar en la luz practicando sus mandamientos y teniendo comunión unos con otros. Pero lo que es mas consolador todavía, es saber que Dios conoce nuestra humana debilidad que nos lleva a pecar y que en su grande misericordia nos extiende el perdón a través de la obra gloriosa de nuestro Señor Jesus. Como Cristianos debemos de reconocer y confesar nuestro pecado con regularidad. Quiero aclarar esto no significa que tengamos licencia para pecar deliberadamente.
El Apóstol Juan nos enseña como obtenemos la dicha del perdón.
1- Por medio de nuestro Señor Jesucristo; El es el justo, el que nos ha redimido con su sangre y esta a la diestra del Padre intercediendo por nosotros. Hebreos 4:14-16 nos dice: "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspaso los cielos Jesus el hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, si no uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues,confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." 1 Juan 1:9 nos dice; "Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad."
2- La confesión de pecados; una de las dificultades mas grande de nuestra vida como creyentes y de nuestra naturaleza humana en si, es reconocer nuestras faltas, ofensas, pecado y rebeliones, debido a la dureza de nuestro corazón y el orgullo que nos domina. Pero la escritura es clara en que hay bendición en confesar nuestros pecados, pero tambien hay perjuicio al no hacerlo. Proverbios 28:13 nos dice; "El que encubre sus pecados no prosperara; mas el que los confiesa y se aparta alcanzara misericordia. Salmo 32:5 nos dice; "Mi pecado te declare y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesare mis transgresiones a Jehová; y tu perdonaste la maldad de mi pecado."
3- La obediencia a su palabra; Juan claramente esta diciendo que escribió estas cosas para que no pecáramos. La desobediencia es la que nos conduce al pecado. Su palabra nos fue dejada para que nos fuera luz y no andar en tinieblas, porque el que anda en tinieblas es el que practica el pecado. Una relación constante con la palabra de Dios nos mantendrá con un espíritu de obediencia y temor para no pecar. Salmo 119:11 nos dice: "En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti."
2 Timoteo:2-15 nos dice: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad."
Amadas hermanas: Dios es un ser misericordioso y perdonador, que no cambia y es fiel a sus promesas. Por medio de su hijo amado encontramos el perdón a nuestros pecados. Debemos de hacer conciencia de cuan importante es la confesión y sobre todo buscar el perdón de Dios para mantener una comunión intima y agradable a El. Pero mas importante aun, es saber que Dios odia el pecado y que nosotros como sus hijos debemos sentirnos de la misma manera contra el pecado. El pecado ofende a Dios, ofende su santidad y duele su corazón. Por lo tanto, procuremos con diligencia vivir apartados del pecado obedeciendo sus mandamientos. Es es mi oración que la luz de su palabra nos guíe todos los días de nuestra vida.
Recordemos las palabras del Apóstol Juan en su tercera carta verso 11 la cual dice:
"AMADO, NO IMITES LO MALO, SI NO LO BUENO. EL QUE HACE LO BUENO ES DE DIOS; PERO EL QUE HACE LO MALO NO HA VISTO A DIOS."
Dios les bendiga
Sandra.

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