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El objetivo de su oracion

"...para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste." (Juan 17:21)
La unidad por la cual el Señor Jesucristo rogó al Padre es especialmente para aquellos que le pertenecen.
Este es un versículo, que a menudo se ha malinterpretado. Si ha observado, se habrá dado cuenta que hoy esta muy de moda promover la unidad entre todos, no importa si las personas son salvas o incrédulas, lo importante es: "que haya unidad", ya que dicen, El Señor Jesucristo dijo: "para que todos sean uno"
Pero cuando leemos todo el capitulo de Juan 17, nos damos cuenta que en Su oración al Padre, el Señor Jesús nos habla que la unidad por la cual El ruega, es para aquellos que han creído en El y para los que habrán de creer. Después de la salvación del pecador, lo mas importante para nuestro Señor Jesucristo es la unidad entre Su pueblo. Pero esta unidad de la cual nos enseña la Biblia, no es una unidad en la que pueden estar incluidos juntamente los redimidos por el Cordero, con personas mundanas, impías y muchas de las veces hasta satánicas, no! Vemos en este versículo, como el Señor Jesús ora a favor de quienes han creído con fe en El para salvación. En Su pensamiento están aquellos que le han conocido y le conocerán como al único Dios verdadero.
Vemos que la unidad que Cristo desea para los Suyos, debe ser como la que El tiene con Su Padre. Una unidad de santidad y pureza. Por tanto, la unidad genuina que El quiere y por la cual ruega, solo se da entre creyentes genuinos. Es esta unión en Cristo que el mundo necesita ver, para así contemplar la hermosura del amado Salvador.
La unidad que Cristo tiene con el Padre es perfecta y completa. De la misma manera sera la de Su Iglesia. Antes de poner nuestros ojos en esta o aquella iglesia visible, de cuatro paredes, reflexionemos en esto: Soy yo uno con Cristo? Ya que solo si somos uno con Cristo, entonces somos uno con Su pueblo.
RECORDEMOS QUE... Para formar parte de esta sublime unidad a la cual Cristo se refiere, es necesario primeramente que El more en nosotros y que nosotros moremos en El.
Dios les bendiga.
Zenovia G

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