por Verónica Vilugrón
Cuando habla, sus palabras son sabias,
y da órdenes con bondad.
Proverbios 31:26 (NTV)
Este pasaje habla de la lengua de la mujer virtuosa y de las palabras que salen de su boca.
Nuestro Señor enseñó que “de la abundancia del corazón habla la boca”. (Mateo 12:34)
En otras palabras, lo que hablamos es lo que en verdad tenemos en nuestro corazón.
Lo que sale de la boca indica lo que hay en el corazón.
Nuestro hablar revela nuestro corazón.
De un corazón sabio proceden palabras sabias.
De un corazón amable salen palabras amables.
De un corazón cariñoso salen palabras cariñosas.
¿De qué llenas tu boca todo el día?
Ten cuidado con lo que dices, porque estás mostrando tu corazón.
Por lo tanto, examínate, y pide a Dios sabiduría y dominio propio para refrenar las malas reacciones con tu boca.Sólo Dios puede domar la lengua a través de Su Palabra.
La mujer virtuosa de Dios aplica este conocimiento que posee bondadosamente.
Ella piensa antes de hablar.
Ella es sabia, discreta y amable.
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