Ir al contenido principal

Tres evidencias de un cristiano genuino

Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Marcos 12:28-31

¿Cuántas veces pensamos que somos cristianos por asistir a la iglesia, leer la Biblia, cantar alabanzas, recitar versículos, tomar todos los cursos que se presentan en la congregación, hablar con un lenguaje “bíblico” o tener conocimiento de las Escrituras porque tenemos muchos años haciendo todo esto?. Todo esto, ¿verdaderamente nos convierte en cristianos?

En este pasaje, observamos que un “escriba”, que era una persona que tenía un gran conocimiento de la Ley mosaica dada por Dios a su pueblo, cuestionó a Cristo, respecto del primer mandamiento. De la respuesta dada por el Salvador, encontramos:

TRES EVIDENCIAS DE SER UN GENUINO CRISTIANO

I.- ESCUCHA A DIOS

OYE. Verbo presente imperativo. Es una acción continua que implica un mandamiento no una sugerencia. Este verbo muestra la intención de escuchar con atención para obedecer a Dios.
Dios se revela a través de la Biblia, y el genuino creyente debe atender esta Santa Palabra con el único propósito de obedecer al Creador.

II.- AMA A DIOS.

Nadie puede amar a Dios sin creer en El y sin creerle a Él.
Es la prioridad mayor para el creyente. Dios capacita al genuino creyente para amarlo, porque Dios ha derramado su perfecto amor en el imperfecto corazón del hombre regenerado y por ello este es capaz de amar a Dios como lo ordena el Creador.
Es decir con el Corazón, alma, mente, y fuerza deben cooperar en amar a Dios.
El corazón representa el centro mismo de la existencia del hombre, la fuente principal de sus pensamientos, palabras, y hechos (Pr. 4:23).
El alma, significa aquí el asiento de la actividad emocional del hombre;
La mente no sólo es el asiento y centro de la vida puramente intelectual, sino también de las decisiones y las actitudes.
No se pretende hacer diferencia. Lo que todos estos conceptos significan es que el hombre debe amar a Dios con todas las “facultades” con que Dios le ha dotado.
Además, el hombre debe usar todos estos poderes al máximo. Nótese la cuádruple repetición “todo … todo … todo … todo”.
El punto principal es que el sincero amor de Dios no se debe corresponder a medias.

III.- AMA AL PRÓJIMO. 

El amor al prójimo, que lleva la imagen de Dios, brota del amor a Dios (1 Jn. 4:20, 21). A la inversa, el amor que irradia del corazón de Dios hacia sus hijos, les ayuda a amar a su prójimo.
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El hombre ha sido creado con amor para sí mismo. Ese amor a sí mismo debe ser la medida con la cual decide cómo debe amar a su prójimo.
Jesús lleva su respuesta hasta el clímax con la declaración, “No hay otro mandamiento más grande que éstos”.
¿Sí no somos capaces de cumplir con estos dos mandamientos, como podremos cumplir con los demás?
Así, debemos entender que solo podremos mostrar ser genuinas creyentes, cuando escuchemos a Dios cada día estudiando e interpretando correctamente su Palabra, cuando, mostremos que el amor que decimos tener por Dios, se hace evidente en nuestro estilo de vida, no permitiendo que ninguna persona o actividad ocupen su lugar en nuestro corazón, y amemos a nuestro prójimo como es y no como nosotros queremos que sea, pues Cristo nos ama de esa forma.

Rosy Romo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Considera los caminos de su casa

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:27  “Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde”. En otra versión dice:  “Ella observa, vigila como van las cosas en su familia, y el pan de la ociosidad no comerá.”  Podemos observar que esta mujer además de ser cuidadosa de su hogar, rechazaba una actitud de pereza, no perdía el tiempo, no lo gastaba inútilmente. Todo lo que tenía era por su esfuerzo, trabajo y diligencia, no es que lo que recibía venía de la nada. Esta mujer es consciente de que su trabajo es importante y no solo para ella, sino que su velar y vigilar la ayuda a tener un buen fruto en sus hijos y esposo.  Ella no come del pan que no se ha ganado con esfuerzo.  Juan 6:27 "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre" Ella lucha por la vida que permanece para vida eterna. Clamemos a Dios que Él abra nuestros ojos para

Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada y su marido también la alaba

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:28: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba” La mujer piadosa es una mujer dichosa, feliz y bendecida. Esta mujer busca primeramente el reino de Dios, y todas las cosas le son añadidas (incluida la felicidad), como leemos en Mateo 6:33: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. La dicha, o el ser feliz es un subproducto de honrar al Señor y de ponerlo a ÉL primero antes que cualquier otra cosa, aun antes de nuestra propia vida. Los que buscan la felicidad y hacen ésta su meta, nunca la encontrarán. Los que buscan al Señor encuentran en Él su verdadera felicidad, lo encuentran TODO. No sólo felicidad en esta vida, sino una corona de gloria en la venidera. ÉL satisface, llena el corazón que está consagrado a ÉL. Él es el tesoro. Esta es la primera y única imagen que tenemos de los hijos de la mujer de proverbios 31, ya con estas simples palabras o con estas

El encanto es engañoso y la belleza no perdura

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:30 “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura, La mujer que teme a Jehová, esa será alabada” La apariencia física de la “Mujer virtuosa” nunca se menciona, lo que si leemos de ella, es su belleza interior, su carácter piadoso, su sumisión a Dios, su amor a su familia, su disciplina, su gran amor a Dios, pero su atractivo físico nunca se nombra.  Es una mujer bella por su personalidad temerosa a Dios, guardia de su familia, buena administradora... y todo lo que hemos visto hasta ahora. Este pasaje habla de la belleza, pero no como a lo que el mundo llama belleza. Es totalmente opuesto. Nos muestra que el encanto es engañoso y la belleza no perdura. Engañosa: es un fraude, no vale nada, es falaz. Proverbios 11:22: “Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón”. La belleza que cubre, que engaña, no es verdadera belleza. El encanto y la belleza física, tales cosas son una ilusión fugaz momentánea, pueden atraer