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Características de una Mujer Sabia

Características de una Mujer Sabia

La mujer sabia edifica su casa, más la necia con sus manos la derriba
Proverbios 14:1
...

Este verso de la Biblia es corto pero tiene gran profundidad en sus palabras. Lo podemos dividir en dos partes. Primero lo relacionado a “la mujer sabia” y segundo lo relacionado a “la mujer necia”. ¿Qué quiere decir esto? Que existen según la Biblia “dos tipos o clases de mujeres”, una que es sabia y otra que es necia. Es interesante que no existen tres tipos “una ni muy sabia ni muy necia”, sino una 'mujer sabia' y otra 'mujer necia'. La Biblia tiende a ser así de clara para que no halla confusión alguna. Por lo general, los proverbios están divididos de esa forma, un hombre 'necio' y un hombre 'sabio', un joven 'necio' y un joven 'sabio'. Cristo dividió la humanidad en dos categorías, "el hombre bueno" y "el hombre malo".

El texto nos dice en resumen que es lo que hace una mujer sabia. Se nos declara que “edifica su casa”, mientras que de la necia también se nos da en resumen “con sus manos derriba su casa”.

Para poder entender que es una mujer sabia y cual son sus características sobresalientes, debemos de escudriñar un poco el verso que tenemos delante. Vayamos por partes.

I. ¿Qué es sabiduría?

La Biblia nos dice que el principio de la sabiduría es el temor a Jehová.

Salmo 111:10 (Prov. 1:7) El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre.

Proverbios 9:10 El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia.

Desde el comienzo vemos que una mujer sabia sobre todas las cosas es una mujer que “teme al Señor” y “conoce a Dios”. Esta es nuestra primera característica y debemos aclararla porque existe una sabiduría que no proviene de Dios sino que es carnal, mundana y diabólica. Cuando Eva estaba en el huerto, ella vio que el árbol prohibido era “bueno para adquirir sabiduría”. Pero esa sabiduría es una sabiduría que produce ‘necedad’ porque es producto de la desobediencia. Al contrario la sabiduría que proviene de Dios se hace manifiesta en lo que hemos leído “practican sus mandamientos”.

a. Temor a Dios: La mujer sabia es una “mujer creyente”. No existe sabiduría aparte del temor de Dios. Por eso para poder llenar los requisitos de ser “sabia” la mujer debe comenzar por tener una relación con Dios. Eso es lo que dice la Biblia. La Biblia también nos dice que en los incrédulos (los no creyentes) no hay temor de Dios (Romanos 1).

Vivimos en tiempos donde muchas personas rinden culto a Dios de labios, pero su corazón está lejos del temor de Dios. De labios profesan “temor” pero con sus acciones y a veces con los mismo labios que profesan temor a Dios, demuestran que en verdad tal temor no existe en ellos.

Es muy interesante que la “mujer que edifica su casa” es la que es “sabia”. No dice “educada”, tampoco dice “profesional”, tampoco dice “bella”, de buen porte ni atractiva. Cosas que nosotros consideramos importantes. Lo que la Biblia nos dice es que esta mujer es una mujer temerosa de Dios. Leemos en Proverbios 31

Proverbios 31:30

Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada.

La descripción que nos da es que la belleza es vana (porque se acaba) mientras que el temor a Dios hace una mujer bella para siempre. “PERO que bueno cuando un hombre encuentra una mujer de bella apariencia externa y también temerosa de Dios”.

II. ¿Qué es Necedad?

La necedad por supuesto es lo contrario a la sabiduría. La necedad comienza por la falta de Dios en la vida y la falta del propio “temor” a su presencia. Sin Dios no puede haber ‘sabiduría’ y todo lo que se hace sin Dios es necedad. La única manera de dejar de ser “necios” es buscando a Dios en todo tiempo. La Biblia nos dice

Proverbios 9:6

Abandonad la necedad y viviréis, y andad por el camino del entendimiento.

La necedad se hace patente en la conducta, en las obras de las manos y en las palabras.

La mujer Necia

Existen en la Biblia algunos casos de mujeres que actuaron con necedad destruyendo así sus casas y sus hogares. Dos historias vienen a la mente. Tenemos particularmente el caso de Jezabel, la mujer de Acab que siendo de influencia negativa a su esposo logró que este se apartara de Dios y terminara su vida con una muerte vergonzosa siendo su sangre lamida por los perros. Jezabel incitó a Acab para que quitara la viña a Nabot y terminó matándole porque el no quiso venderla. Dios pagó su maldad haciendo que los perros lamieran su sangre en el mismo lugar donde murió Nabot. Jezabel también tuvo un fin similar. Los perros comieron sus carnes hasta dejar solamente los huesos. El fin del necio es muerte y destrucción.

Otra mujer “necia” en la Biblia fue Dalila. Es interesante que ante los paganos esta mujer era una que tenía gran “sabiduría” pero en realidad era una mujer necia. Ella estuvo casada con uno de los jueces mas grandes que tuvo el pueblo de Israel. Un hombre lleno del Espíritu de Dios levantado para defender su pueblo, sin embargo, esta mujer procuró la destrucción de Sansón. Le engañó, logrando que sus ojos fuesen sacados y así murió Sansón, ciego. La historia pudo haber sido otra pero la necedad de Dalila la ha dejado en la historia como una mujer mala que traicionó a su marido.

La Mujer Sabia

La mejor manera para conocer “una mujer sabia” es por medio de ‘sus acciones, . Por la obra de sus manos, y por las palabras de sus labios. Así que si hay alguien que esté buscando una mujer sabia para casarse, debe comenzar a “observar su comportamiento”, “ver lo que hace” y “evaluar lo que dice”. La Biblia nos dice que “de la abundancia del corazón habla la boca”. Y aunque existen muchos con el arte de ‘engañar’, pronto se sabrá quién es la verdadera mujer sabia y cual no la es.

PERO Que bueno es hallar “una mujer sabia”. La Biblia parece indicarnos que no son muy fáciles de encontrar. En Proverbios 31:10 se hace la interrogante “Mujer Virtuosa, ¿Quién la hallará?” Pero afortunadamente muchos hemos hallados mujeres virtuosas, mujeres verdaderamente sabias y llenas del temor de Dios. Es cierto que “vana es la hermosura”, “PERO que bueno cuando un hombre encuentra una mujer de bella apariencia externa y también temerosa de Dios”. La Biblia tiene varias mujeres como esa – bellas por dentro y por fuera!

Nuestro texto nos dice que la mujer sabia hace algo “edifica su casa”. Es una mujer ‘constructora’. Es una mujer que está envuelta en hacer algo, no está ociosa sino que está activa de manera positiva edificando “su casa”. Este verso nos habla de una mujer que sabe lo que tiene y se dedica a ello. Ella está enfocada en “SU” casa y no en la casa de la vecina. Está envuelta en los asuntos de SU hogar y no entremetida en la vida de otros. El propósito de ella es “obrar sabiamente” para edificar SU casa. Esta mujer sabe cual es su llamado y su compromiso principal – su casa.

¿Cuál casa?

Cuando se habla de ‘casa’ en la Biblia no se refiere mayormente al edificio sino a los habitantes que moran allí. La mujer sabia por lo tanto, está envuelta en “edificar” su familia. Esto incluye sus hijos y su esposo. La mujer sabia es de influencia positiva en la vida de sus hijos y la vida de su marido. Muchas mujeres no han llegado a comprender cuan importante es esta tarea de “edificar su casa”.

La influencia de una mujer sabia puede hacer la diferencia entre un hogar destruido, unos hijos mal criados, perdidos y alejados del temor de Dios y unos hijos llenos de temor de Dios, obedientes, sumisos, amables y buenos ciudadanos.

La influencia de una mujer sabia puede hacer la diferencia en su marido. La mujer sabia ayuda, respalda y coopera con su esposo respetándole como su cabeza y cubriendo sus faltas con su amor. Alguien dijo que “detrás de cada hombre exitoso hay una mujer sabia”. La mujer sabia sabe dar el lugar a su esposo y a sus hijos.

La historia de Abigail

No se cuantos se habrán dado cuenta que muchas veces hay mujeres sabias casadas con hombres necios. El caso de Abigail fue uno de esos y es importante para nosotros en este dia porque aunque el Esposo de Abigail fue un hombre necio, ella siguió siendo una “mujer sabia”.

1Samuel 25:1

Murió Samuel, y se reunió todo Israel y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Después David se levantó y descendió al desierto de Parán. Y había un hombre en Maón que tenía sus bienes en Carmel; el hombre era muy rico y tenía tres mil ovejas y mil cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas. El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente y de hermosa apariencia,

Esta mujer supo ser fiel a su marido a pesar de la necedad que había en el. Se nos dice de Nabal, el esposo de Abigail que: “…pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era calebita.”

Abigail dio la cara sabiamente para proteger la vida de su esposo Nabal y toda su casa. Esa era una mujer muy sabia y muy valiente:

1 Samuel 25:32

Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi propia mano.

La Vida Sara

Otra mujer sabia que quiero utilizar como ejemplo es uno que la misma Biblia utiliza como ejemplo para las mujeres. Esa mujer es Sara. La Biblia nos dice que las mujeres deben tomar ejemplo de esta gran mujer:

1 Pedro 3:1

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa. Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.

Conclusión

Una Palabra a las Mujeres:

Que Dios motive a las mujeres madres presentes en esta mañana a querer ser ejemplares en su conducta, y sabias en su hablar y en todo su proceder. Que como Abigail puedan saber utilizar la sabiduría para beneficio de sus casas. Y que como Sara, puedan usar la gracia divina para ser de bendición a sus esposos. Que sean mujeres que edifican su casa sabiamente, temiendo a Dios sobre todas las cosas. Y que no sean necias “derribando” sus propias moradas.

Una Palabra a los Esposos y los hijos:

Quiera Dios que los varones esposos “con mujeres sabias” y que están aquí en esta mañana puedan saber apreciar lo que tienen a su lado. Que sepan valorar la contribución de estas mujeres tan especiales, temerosas de Dios que saben “edificar” sus casas. Que no tomen sus esposas por merecidas sino que le sepan dar el honor y el lugar que se merecen como buenas esposas y buenas madres. Mujeres que trabajan y luchan arduamente para “edificar” sus casas. A esas madres tan bellas y ejemplares doy hoy mi más caluroso respaldo y reconocimiento.

Muchas veces la frustración de muchas mujeres es culpa de los “esposos y los hijos” mal agradecidos que no saben valorar ni apreciarlas por lo que son. La Biblia nos dice que los varones deben de convivir con ellas como vaso más frágil. Quiera Dios que con la ayuda del Espíritu Santo así sea.
Amén

(JlTrujillo)
 
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