Receta para ser una Mujer Verdadera
De la Cocina de Jesucristo
Ingredientes:
...
Un corazón completo (Deuteronomio 6)
2 cucharadas de pruebas (Santiago 1)
1 taza de fe (Hebreos 11)
1 taza de esperanza (Romanos 5)
1 Espíritu Santo (Efesios 1)
1 porción del Fruto del Espíritu (Gálatas 5)
Una pizca de sumisión (Colosenses 3)
Una pizca de templanza (1 Timoteo 3)
Una pizca de fidelidad (1 Timoteo 3)
2 porciones de amor (1 Pedro 4)
Un cuerpo formado y entretejido maravillosamente (Salmos 139)
1 ramito de fuerza y dignidad (Proverbios 31)
Toma un corazón completamente devoto a su Hacedor. (Debe ser un corazón entero, de lo contrario el plato no quedará bien). Ablanda el corazón con las pruebas, luego saltéalo con el calor de Proverbios 1:7. Añádele un poco de fe y de esperanza hasta que el corazón se quebrante delante de Su hacedor.
Añade el Espíritu Santo para garantizar la obra completa. Añade el Fruto del Espíritu por trocitos para asegurar su frescura. Polvorea un poco de sumisión, templanza y fidelidad por encima. Derrama del jugo del amor hasta cubrirlo totalmente. Colócalo en el cuerpo. Haz algunas aberturas encima para que salga un poco de Colosenses 3:5 y 8. Luego de cocinar de acuerdo a 2 Corintios 5:17, todo será transformado.
Adórnalo con fuerza y dignidad.
Este será un plato maravilloso que se puede servir solo, pero también puede ser complementado con un esposo piadoso y una aljaba llena de niños si es la voluntad del Hacedor.
Escrito por Becky Johnston.
De la Cocina de Jesucristo
Ingredientes:
...
Un corazón completo (Deuteronomio 6)
2 cucharadas de pruebas (Santiago 1)
1 taza de fe (Hebreos 11)
1 taza de esperanza (Romanos 5)
1 Espíritu Santo (Efesios 1)
1 porción del Fruto del Espíritu (Gálatas 5)
Una pizca de sumisión (Colosenses 3)
Una pizca de templanza (1 Timoteo 3)
Una pizca de fidelidad (1 Timoteo 3)
2 porciones de amor (1 Pedro 4)
Un cuerpo formado y entretejido maravillosamente (Salmos 139)
1 ramito de fuerza y dignidad (Proverbios 31)
Toma un corazón completamente devoto a su Hacedor. (Debe ser un corazón entero, de lo contrario el plato no quedará bien). Ablanda el corazón con las pruebas, luego saltéalo con el calor de Proverbios 1:7. Añádele un poco de fe y de esperanza hasta que el corazón se quebrante delante de Su hacedor.
Añade el Espíritu Santo para garantizar la obra completa. Añade el Fruto del Espíritu por trocitos para asegurar su frescura. Polvorea un poco de sumisión, templanza y fidelidad por encima. Derrama del jugo del amor hasta cubrirlo totalmente. Colócalo en el cuerpo. Haz algunas aberturas encima para que salga un poco de Colosenses 3:5 y 8. Luego de cocinar de acuerdo a 2 Corintios 5:17, todo será transformado.
Adórnalo con fuerza y dignidad.
Este será un plato maravilloso que se puede servir solo, pero también puede ser complementado con un esposo piadoso y una aljaba llena de niños si es la voluntad del Hacedor.
Escrito por Becky Johnston.
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