Gane a su esposo para Dios
En libro 1ª Pedro las próximas palabras son escritas para las esposas cuyos maridos no son cristianos:
Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor. (1Pedro 3:1-6)
En la palabra de Dios está muy claro que si el esposo no escucha la palabra de Dios (no tiene interés) la esposa necesita ganarlo para Dios y para salvación sin palabras, con su comportamiento. El interés del esposo acerca de las cosas espirituales va a crecer al ver cómo vive su esposa, una vida limpia y respetuosa.
La esposa que solo llora porque su esposo no se interesa de las cosas espirituales no va a tener ningún resultado de esto, en cambio si ella tiene un espíritu calmo y tranquilo en su relación con él, ella puede ganar a su esposo, y atraer la atención del mismo hacia de Dios.
El apóstol Pedro nos da el hermoso ejemplo de Sara, quien trató a su esposo Abraham con todo respecto y esto se veía en la forma como ella lo llamaba. Tenga este comportamiento como esposa, para que su marido tenga interés para las cosas espirituales de Dios.
Tatiana Cioconari
En libro 1ª Pedro las próximas palabras son escritas para las esposas cuyos maridos no son cristianos:
Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor. (1Pedro 3:1-6)
En la palabra de Dios está muy claro que si el esposo no escucha la palabra de Dios (no tiene interés) la esposa necesita ganarlo para Dios y para salvación sin palabras, con su comportamiento. El interés del esposo acerca de las cosas espirituales va a crecer al ver cómo vive su esposa, una vida limpia y respetuosa.
La esposa que solo llora porque su esposo no se interesa de las cosas espirituales no va a tener ningún resultado de esto, en cambio si ella tiene un espíritu calmo y tranquilo en su relación con él, ella puede ganar a su esposo, y atraer la atención del mismo hacia de Dios.
El apóstol Pedro nos da el hermoso ejemplo de Sara, quien trató a su esposo Abraham con todo respecto y esto se veía en la forma como ella lo llamaba. Tenga este comportamiento como esposa, para que su marido tenga interés para las cosas espirituales de Dios.
Tatiana Cioconari
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