Proverbios 31:12
“Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”.
Esta mujer es amorosa con su esposo. Ella dedica su vida a servirlo a él. Renuncia a satisfacer su amor propio, así es como logra que su esposo reciba bien de ella.
Utiliza sus habilidades en pro de los intereses de su esposo. Trabaja para el bienestar de él.
La Palabra nos advierte a cultivar un carácter piadoso y nos dice un rotundo No, al deseo egoísta:
Filipenses 2: 3: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”.
El orgullo es lo que nos impulsa a hacer las cosas a nuestra manera y creer que es lo mejor, lo contrario es el amor, que estima superior la palabra del otro.
Encontramos el remedio al egoísmo y orgullo en las últimas palabras que leemos en este versículo: “antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. El amor al otro nos lleva a vivir la verdadera humildad.
Debemos poner los intereses de nuestro esposo antes que los nuestros y la batalla se termina al instante.
La mujer piadosa es de gran beneficio a su marido.
Esta mujer da plenamente a su marido todo aquello que es bueno. Es una constante bendición para él, su vida y sus obras son un incesante beneficio para él.
Romanos 12:10. “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”.
Amar a nuestro esposo es mas que una simple actitud rutinaria y fría. Debemos trabajar en ellos.
Tener una actitud de amor a nuestro esposo también permite que los demás vean que clase de Cristianos somos.
1 Juan 3:10: “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”.
Crecer en el amor que nos enseña la Palabra. El amor que no busca los suyo propio, sino el bien del otro. (1Corintios 13: 5 ).
Considerar al nuestro esposo con mas derecho, que el sea honrado y reconocido.
El amor es lo que permite que a algo que quieres decir “no” digas “si”, cuando tu esposo lo necesite. Esto mismo hizo el Señor:
1 Juan 3:16: “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”.
Deja que el amor te saque de la auto compasión y vuelve tu atención a las necesidades de tu esposo.
“Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”.
Esta mujer es amorosa con su esposo. Ella dedica su vida a servirlo a él. Renuncia a satisfacer su amor propio, así es como logra que su esposo reciba bien de ella.
Utiliza sus habilidades en pro de los intereses de su esposo. Trabaja para el bienestar de él.
La Palabra nos advierte a cultivar un carácter piadoso y nos dice un rotundo No, al deseo egoísta:
Filipenses 2: 3: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”.
El orgullo es lo que nos impulsa a hacer las cosas a nuestra manera y creer que es lo mejor, lo contrario es el amor, que estima superior la palabra del otro.
Encontramos el remedio al egoísmo y orgullo en las últimas palabras que leemos en este versículo: “antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. El amor al otro nos lleva a vivir la verdadera humildad.
Debemos poner los intereses de nuestro esposo antes que los nuestros y la batalla se termina al instante.
La mujer piadosa es de gran beneficio a su marido.
Esta mujer da plenamente a su marido todo aquello que es bueno. Es una constante bendición para él, su vida y sus obras son un incesante beneficio para él.
Romanos 12:10. “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”.
Amar a nuestro esposo es mas que una simple actitud rutinaria y fría. Debemos trabajar en ellos.
Tener una actitud de amor a nuestro esposo también permite que los demás vean que clase de Cristianos somos.
1 Juan 3:10: “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”.
Crecer en el amor que nos enseña la Palabra. El amor que no busca los suyo propio, sino el bien del otro. (1Corintios 13: 5 ).
Considerar al nuestro esposo con mas derecho, que el sea honrado y reconocido.
El amor es lo que permite que a algo que quieres decir “no” digas “si”, cuando tu esposo lo necesite. Esto mismo hizo el Señor:
1 Juan 3:16: “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”.
Deja que el amor te saque de la auto compasión y vuelve tu atención a las necesidades de tu esposo.
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