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Ser valientes en Dios.

"Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas." (Josue 1:9)

Josue fue servidor de Moises y desde muy joven mostró su deseo de agradar y servir a Dios. Durante su vida aprendió a ser un valiente soldado, celoso y temeroso de Dios; pero a pesar de sus capacidades militares, Dios le mando que no tuviera confianza en si mismo, sino que su dependencia estuviera siempre en El y en su palabra. Su valor y su éxito vendrían de su dependencia en Dios y en su palabra, no en sí mismo.

Para nosotros en este tiempo en el cual enfrentamos zozobra, inmoralidad, terrorismo y tantas situaciones que el mundo vive, debemos, al igual que Josue, tener nuestro valor en Dios y en la meditación de su palabra, ya que nuestras debilidades nos arrastran al temor, la ansiedad, incertidumbre de lo que esta por delante. Dios nos ha dejado en su palabra promesas para que valientemente caminemos cada día. Salmo 119:97 nos dice: "Oh!, cuanto amo yo tu ley! todo el día es ella mi meditación. Romanos 8:37 dice: "Pero en todas estas cosas somos mas que vencedores por medio de aquel que nos amo."

Nuestra fuerza y valor esta en el Espíritu que Dios ha hecho morar en nosotros, pues El es el que unge y nos capacita para cumplir su propósito en nuestras vidas. Zacarias 4:6 nos dice "Entonces respondió y me hablo diciendo: Esta es la palabra de Jehová Zorobabel, que dice: No con ejercito, ni con fuerza, si no con mi espíritu, a dicho Jehová de los ejércitos." 2 Crónicas 32:7 nos dice: "Sed fuertes y valientes; no temáis ni os acobardéis a causa del Rey de Asiria, ni a causa de toda la multitud que esta con el, porque el que esta con nosotros es mas poderoso que el que esta con el."

El verdadero valor esta en temer a Dios, a sus mandamientos y a huir del pecado; que es destructivo, y nos separa de Dios. Mateo 10:28 nos dice: "Y no temáis a los que matan al cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno."

Amadas hermanas: "Llenémonos de valor en el Señor hasta el día de nuestro encuentro con El. El Señor nos advirtió que en el mundo tendríamos aflicción, pero también que confiáramos en El, pues El ya venció y su victoria es nuestra, lo cual nos anima a despojarnos del temor. Solamente recordemos las palabras del Apóstol Pablo a su amado hijo en el Señor en 2 Timoteo 1:7: "Porque no nos a dado Dios espíritu de cobardía, si no de poder, de amor y de dominio propio."

Dios les Bendiga

Sandra.

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