Salmo 42:5-6
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Dios mío, mi alma está abatida en mí; me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
La depresión es el conjunto de síntomas, que afectan las emociones, la tristeza, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor.
El hombre dice que la depresión es causa de:
Es causada por un desbalance químico de las sustancias naturales producidas por el cerebro o la columna vertebral.
La deprecion es una enfermedad mental que altera de forma intensa los sentimientos y pensamientos de la Mujer. Se le considera como "La epidemia mental del siglo 21".
Otras opiniones dicen que es un problema físico ( enfermedad) y no emocional, pero la realidad es que la depresión es muchas veces causada por nuestros afanes, por no darle lugar a Dios en nuestros pensamientos y la realidad es que el pecado nos puede llevar a ello fácilmente.
Un antídoto para la depresión es meditar en la bondad de Dios. Esto apartará tu mente de la situación presente y le dará esperanza de que todo mejorará.
Centra tus pensamientos en la capacidad de Dios para ayudarlo y no en la incapacidad tuya para ayudarte a sí misma, cuando te sienta deprimida, aprovecha este salmo antidepresivo.
Que nos dice:
¿porque te abates es decir por que te preocupas?
Y la respuesta está en espera en Dios.
Y la respuesta está en espera en Dios.
Lee lo que la Biblia nos narra acerca de la bondad de Dios y medita en ello.
Salmo 27:13
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
Salmo 56:3
En el día que temo, Yo en ti confío.
En el día que temo, Yo en ti confío.
Isaías 50:10
¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
Jonás 2:7
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.
Dios te bendiga
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