A su esposo lo conocen en las puertas; a ella por su fidelidad en el hogar. Hombre y mujer tienen lugar en la economía de Dios y cada vez que alguno se sale de su lugar, hay confusión y problemas. Por supuesto, el hecho de que el hombre sea cabeza no significa dictador, sino mas bien ejemplo y liderazgo en amor. El versículo 25 sugiere que la mujer piadosa no depende de vestidos lujosos para tener éxito; viste "fuerza y honor" en su ser interior. Pedro escribe acerca de los atavíos extremos extravagantes del atravio interno de "mansedumbre y espíritu humilde" (1P 3.3-4). Pablo ordena a las mujeres que vistan "con modestia"(1Ti 2.9) y que dependan de la belleza espiritual, no de la artificial del mundo. El versículo 26 nos dice que la mujer piadosa se cuida tanto por lo que habla como por su vestido. Que maravilloso es cuando "la ley de clemencia" gobierna la lengua.
Proverbios 31:23-26
23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra
24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
1 Pedro 3:3-4
3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
1 Timoteo 2:9-10
9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Comentarios
Publicar un comentario