Por Veronica Vilugron
LA PACIENCIA
Hacer frente a nuestra impaciencia
La PACIENCIA es un fruto muy necesario para : la crianza de nuestro hijos, nuestra relación matrimonial, compañeros de trabajo, hacia un jefe, frente a situaciones cotidianas, una enfermedad.
La paciencia nos ayuda en nuestras relaciones cotidianas con cada situación o persona difícil.
Como cada fruto del espíritu la paciencia no es algo mágico, que viene solo por orar o leer una porción de la Biblia solamente. Debemos cultivar este fruto y trabajar en ello de diferentes ángulos. Llegar a salir aprobada con personas difíciles y situaciones que nos desbordan requiere tomar una actitud de trabajo y acción continuo.
Es como nos dice la Palabra, vestirnos como escogidas de Dios, ser consientes de que necesitamos vivir como tales.
Colosenses 3:12-13:
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
Debemos lucir hermosas con las cualidades del Señor, ser embellecidas con un carácter Santo, separada para el Señor.
Esta claro que como hijas de Dios debemos cultivar este fruto y que en nuestro carácter este ingrediente esencial en nuestro día a día a día.
LA PACIENCIA
Hacer frente a nuestra impaciencia
La PACIENCIA es un fruto muy necesario para : la crianza de nuestro hijos, nuestra relación matrimonial, compañeros de trabajo, hacia un jefe, frente a situaciones cotidianas, una enfermedad.
La paciencia nos ayuda en nuestras relaciones cotidianas con cada situación o persona difícil.
Como cada fruto del espíritu la paciencia no es algo mágico, que viene solo por orar o leer una porción de la Biblia solamente. Debemos cultivar este fruto y trabajar en ello de diferentes ángulos. Llegar a salir aprobada con personas difíciles y situaciones que nos desbordan requiere tomar una actitud de trabajo y acción continuo.
Es como nos dice la Palabra, vestirnos como escogidas de Dios, ser consientes de que necesitamos vivir como tales.
Colosenses 3:12-13:
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
Debemos lucir hermosas con las cualidades del Señor, ser embellecidas con un carácter Santo, separada para el Señor.
Esta claro que como hijas de Dios debemos cultivar este fruto y que en nuestro carácter este ingrediente esencial en nuestro día a día a día.
Comentarios
Publicar un comentario