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"La clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nosotras"

#articulo por Veronica Vilugron


Amor
Gálatas 5:22-23:
"Mas el fruto del Espíritu es AMOR”
Para poder llegar a ver el fruto en un árbol hay varias cosas que no se pueden pasar por alto.
El fruto crece según una rama que permanece en el árbol, si se corta esa rama el fruto no puede crecer.
La Biblia nos dice:
Juan 15:5. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él,
éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Si permanecemos en la vid, el Espíritu Santo produce en nosotros una sola clase de fruto, la imagen de Cristo en nuestra vida.
Permanecer significa: quedarse o persistir.
Los nueve frutos del Espíritu son las actitudes que caracterizan
la vida de los que pertenecen a Cristo, sus hijos.
Toda esta lista requiere las mismas decisiones, la misma entrega.
Renunciar a nuestras pasiones y "permaneced" en la vid.
Para poder llegar a tener un carácter piadoso necesitamos si o si la gracia del Señor, esto no es nada humano, no intentemos lograrlo por nuestros propios medios porque terminaremos frustradas, nos desanimamos, comenzamos a centrarnos en nosotros mismos y perdemos la fe en nuestro Salvador.
Debemos primeramente morir a nosotras mismas. Me refiero a una muerte continua de nuestra carne, permanecer en eso, persistir en esa postura firme. Arrancar todo lo
que nuestra naturaleza pecaminosa ama, aunque duela. Depender de la gracia de Dios por completo.

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