Ir al contenido principal

Nada hay imposible para Dios

“Y mirándolos Jesús, les dijo: para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.” (Mateo 19:26)

La enseñanza que Jesús dio a sus discípulos acerca de la necedad del joven rico en quererse justificar así mismo para alcanzar la salvación, es clara en cuanto a que solo Dios puede dar salvación. El asombro de sus discípulos fue saber que el estándar para agradar a Dios estaba fuera de sus posibilidades. Así como es humanamente imposible que un camello pase por el ojo de una aguja, también es imposible al hombre alcanzar la salvación por sus propios medios. Apocalipsis 7:10 nos dice “Y clamaban a gran voz, diciendo: LA salvación pertenece a nuestro Dios que esta sentado en el trono, y al Cordero.”

No es por obras humanas. El joven rico afirmo haber guardado los mandamientos que el Señor le menciono, su auto-justificación no le permitió admitir su propio pecado; ya que el décimo mandamiento nos dice no codiciaras; (Éxodo 20:17) pues cuando el Señor le menciono que vendiera sus posiciones y le siguiera, fue revelado su corazón y lo que el verdaderamente amaba que eran las riquezas lo cual es idolatría. De la misma manera hasta el día de hoy, el hombre sigue buscando la salvación por sus propios medios, obras, religión, influencias y riquezas, con el mismo resultado que el joven rico. Efesios 2:8-9 nos dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; No por obras, para que nadie se gloríe.”

Solo Dios salva. Este es el tema central de esta enseñanza. La salvación solo pertenece a Dios. El soberanamente la otorga a quien el quiere. Romanos 3:10-11 “No hay justo ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.” La condición natural del hombre es vivir en su pecado, pero Dios que es misericordioso, extiende su salvación al pecador, cuando este reconoce su imposibilidad de agradar a Dios por sus propios méritos.

El es el que justifica. La salvación al hombre es a través de la obra redentora de Cristo. Fuimos justificados por su sangre y El es la propiciación por nuestros pecados. Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”; 1 Juan 2:2 “Y el es la propiciación por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, si no también por lo de todo el mundo.” Las palabras de Jesús a sus discípulos eran de consuelo y esperanza de que su salvación estaba segura en El.

Amadas hermanas, es una bendición saber que Dios nos amo y nos otorgo la salvación cuando estábamos alejadas de El sin esperanza, tal vez buscando en algún medio de la tradición humana, las obras, y aun la religión que enseña a hacer méritos. Pero a Dios sea toda la Gloria y la alabanza por su hijo amado nuestro Señor Jesús, que se hizo carne para pagar el precio de nuestra justificación y así gozar de la comunión con Dios y la vida eterna. Este mensaje de salvación es el que siempre debemos proclamar pues nada hay imposible para Dios.

El Apóstol Juan hablando a la Iglesia dijo: “Este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida esta en su hijo.” (1 Juan 5:11)

Dios les bendiga 

Sandra.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Considera los caminos de su casa

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:27  “Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde”. En otra versión dice:  “Ella observa, vigila como van las cosas en su familia, y el pan de la ociosidad no comerá.”  Podemos observar que esta mujer además de ser cuidadosa de su hogar, rechazaba una actitud de pereza, no perdía el tiempo, no lo gastaba inútilmente. Todo lo que tenía era por su esfuerzo, trabajo y diligencia, no es que lo que recibía venía de la nada. Esta mujer es consciente de que su trabajo es importante y no solo para ella, sino que su velar y vigilar la ayuda a tener un buen fruto en sus hijos y esposo.  Ella no come del pan que no se ha ganado con esfuerzo.  Juan 6:27 "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre" Ella lucha por la vida que permanece para vida eterna. Clamemos a Dios que Él abra nuestros ojos para

Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada y su marido también la alaba

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:28: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba” La mujer piadosa es una mujer dichosa, feliz y bendecida. Esta mujer busca primeramente el reino de Dios, y todas las cosas le son añadidas (incluida la felicidad), como leemos en Mateo 6:33: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. La dicha, o el ser feliz es un subproducto de honrar al Señor y de ponerlo a ÉL primero antes que cualquier otra cosa, aun antes de nuestra propia vida. Los que buscan la felicidad y hacen ésta su meta, nunca la encontrarán. Los que buscan al Señor encuentran en Él su verdadera felicidad, lo encuentran TODO. No sólo felicidad en esta vida, sino una corona de gloria en la venidera. ÉL satisface, llena el corazón que está consagrado a ÉL. Él es el tesoro. Esta es la primera y única imagen que tenemos de los hijos de la mujer de proverbios 31, ya con estas simples palabras o con estas

El encanto es engañoso y la belleza no perdura

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:30 “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura, La mujer que teme a Jehová, esa será alabada” La apariencia física de la “Mujer virtuosa” nunca se menciona, lo que si leemos de ella, es su belleza interior, su carácter piadoso, su sumisión a Dios, su amor a su familia, su disciplina, su gran amor a Dios, pero su atractivo físico nunca se nombra.  Es una mujer bella por su personalidad temerosa a Dios, guardia de su familia, buena administradora... y todo lo que hemos visto hasta ahora. Este pasaje habla de la belleza, pero no como a lo que el mundo llama belleza. Es totalmente opuesto. Nos muestra que el encanto es engañoso y la belleza no perdura. Engañosa: es un fraude, no vale nada, es falaz. Proverbios 11:22: “Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón”. La belleza que cubre, que engaña, no es verdadera belleza. El encanto y la belleza física, tales cosas son una ilusión fugaz momentánea, pueden atraer