Proverbios 4.23–27
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
Porque sí somos hijas de Dios, se nos exhorta a cuidar nuestro corazón, ¿Qué a caso seguimos haciendo lo malo? ¿No hemos recibido un nuevo corazón?
La realidad es que nuestra naturaleza es pecadora y constantemente ofendemos a Dios.
Cuando hablamos de nuestro corazón, no estamos hablando del músculo que bombea sangre, sino que el corazón es: nuestros sentimientos tales como el amor, el odio, la tristeza, la dicha la frustración, la envidia etc.y como resultado son tus deseos, que dictan en gran manera cómo vivimos tu y yo.
Salomón nos exhorta a que tengamos cuidado con nuestros afectos,(sentimientos) que nos aseguremos y concentremos en esos deseos que nos mantendrán en el buen camino.
Asegúrate de que tus afectos te lleven hacia la dirección correcta. Ponle límites a tus deseos: no vaya detrás de todo lo que veas. Mira hacia adelante, y mantén tus ojos fijos en las cosas que verdaderamente agradan a Dios.
¿Cómo podemos agradar a Dios?
Renunciando a la dirección que te lleva a pecar y y ser rebelde. Cuando peques vuélvete a Dios, 1 Juan 1:9 confiesa tu pecado y así Él nos dará un nuevo rumbo, un nuevo deseo, y un nuevo poder para cambiar. Podemos comenzar por fe, confiando en el poder de Dios para cambiar nuestro corazón (mente), y busca vivir cada día bajo su control.
Renunciando a la dirección que te lleva a pecar y y ser rebelde. Cuando peques vuélvete a Dios, 1 Juan 1:9 confiesa tu pecado y así Él nos dará un nuevo rumbo, un nuevo deseo, y un nuevo poder para cambiar. Podemos comenzar por fe, confiando en el poder de Dios para cambiar nuestro corazón (mente), y busca vivir cada día bajo su control.
➡ Aborrece lo malo.
Romanos 12:9
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Santiago 1:21
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Romanos 12:9
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Santiago 1:21
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
➡. Examina tu vida
Salmo 119:59
Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios.
Hageo 1:7
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.
Efesios 5.:7
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Salmo 119:59
Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios.
Hageo 1:7
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.
Efesios 5.:7
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
➡. Con diligencia guarda tu corazón
Proverbios 28:26
El que confía en su propio corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría será librado.
Deuteronomio 4:9
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Proverbios 28:26
El que confía en su propio corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría será librado.
Deuteronomio 4:9
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Dios te bendiga
Gaby
Gaby
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