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El hablar de una mujer cristiana

En estos tiempos resulta difícil y desagradable convivir o trabajar con personas cuya forma de comunicación es tonto, con gritos, vulgar, grosero, corrupto, violento, burlón, dictador, etc.
Por eso cuán importante es que nosotras al abrir la boca lo hagamos de una manera discreta, prudente, con sabiduría, con amabilidad, con respeto, con ternura para con todos, que sea de utilidad de edificación a los demás, que cuando instruyamos también lo hagamos con amor.

Tal y como dice este texto: 
“Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor”. Prov. 31:26
Pero cuando el hombre o la mujer carecen de discreción ya sea en su hablar o vivir fíjense con que es comparado en las Escrituras: 
“Como anillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa que carece de discreción”. Prov. 11:22.

Así como una joya preciosa está fuera de orden en el hocico de un cerdo (animal sucio) también lo es la belleza física sin discernimiento, sin modestia, sin discreción, sin razón, sin sabiduría, sin virtud, sin honor, etc. 
Todo está fuera de orden en la mujer (como el hombre) Ambos tienen que tener un criterio para evaluar las situaciones de la vida y aprender a pensar antes de hablar y todo esto se encuentra en el consejo de Dios que es la Biblia.
Así viviremos sabiamente como quienes profesan la fe en Jesucristo. 
(Examinemos como es nuestro hablar).

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