Queridas lectoras de "Esposa Bíblica ", Hoy quiero compartir con ustedes unos principios basados en el libro de Isaías, que han impactado mi vida de manera profunda. Espero que también toquen sus corazones y les brinden fortaleza en su caminar cristiano. 1. Isaías 1:2-3. Rebelarse y no reconocer al Padre es no tener entendimiento He llegado a comprender que mi pecado me ha llevado a apartarme de Dios, y aun siendo creyente, caigo en este error. Pero sé que debo volver a Él, buscarle, conocerle, obedecerle y perseverar. Es hermoso ver cómo Dios tuvo misericordia de mí, me salvó y su misericordia sigue siendo continua en mi vida. 2. Isaías 1:13-14. Dios aborrece las buenas obras sin arrepentimiento genuino Vivir como Dios manda es fundamental, aunque no siempre es fácil. Puedo caer en la trampa de hacer cosas para Dios sin la actitud correcta. Debo cuidar mis intenciones y motivos porque Dios aborrece las obras que no vienen de un corazón arrepentido y que le ama de verdad. 3. ...
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (ECLESIASTÉS 4:9-12)
Bendiciones del compañerismo: Mejor pago por su trabajo:, mejor productividad. Cristo envió a sus discípulos de dos en dos para compartir el evangelio. Ayuda en tiempos de crisis: Cuando vemos a un compañero desanimado podemos restaurarlo. Apoyo en momentos de aflicción: Cuando nos invade la tristeza, por estar pasando por alguna prueba, las palabras de aliento, nos dan calor , nos animan.
Protección ante las presiones de la vida: Cuando sentimos la presión de los que nos critican por nuestra fe, o nos sentimos incapaces de realizar alguna tarea, la presencia de una hermana en Cristo nos reconforta. Rendición de cuentas para mantener el rumbo: Cuando contamos con una hermana, compartimos nuestras luchas, nos exhortamos con la Palabra de Dios y oramos una por la otra, es una bendición para nuestras vidas. Cuando tienes con quien compartir estas bendiciones nuestro caminar en este mundo caído es más fácil. Si no has encontrado una compañera con la cual puedas compartir penas y alegrías en tu andar con el Señor, pídele a Dios que te la de. Seguramente hay alguien que te necesite también.
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo Y amigo hay más unido que un hermano”. (Proverbios 18.24)
ROSY ROMO.

Comentarios
Publicar un comentario