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¿Ayudas a tus hijos a crecer en disciplina y amonestación del Señor?

El propósito de la disciplina y amonestación del Señor es ayudar en el crecimiento de nuestros hijos, a no herirlos ni desanimarlos, la paternidad, es el derecho que tenemos de ejercer autoridad hacia nuestros hijos, no es fácil se requiere mucha paciencia para poder formar a los hijos en amor, y de manera que honren a Cristo.
La frustración y el enojo no deben motivarnos a disciplinar, sino en cambio, como padres debemos actuar en amor, tratando a nuestros hijos como Cristo trató a las personas que amó. Esto es vital en el desarrollo de nuestros hijos y en el concepto que tengamos del Señor.
Como padres cristianos tenemos una enorme ventaja, ya que somos seres regenerados y con un corazón transformado y al ser regenerados nos lleva a tener una conducta recta que agrade a Dios.
Tenemos la autoridad sobre los hijos pero "ojo" debemos de hacerlo a la manera de Dios.
Ef. 6:4 nos dice que como padres no debemos de provocarlos a ira, sino criadlos en disciplina y amonestación. Y Colosenses 3:21 nos afirma a no exasperar para no desanimarlos, observemos que en Ef. Inicia diciendo vosotros "padres", aquí la palabra es PATERA y hace referencia a padre y madre, es decir que los dos tienen una gran responsabilidad.
El propio egoísmo e inmadurez pueden ser causa de la ira de un niño, o tal vez al descuidarlos, ser negligentes, o insensibles.
Observa varias características que nos pueden llevar a irritar a tu hijo y provocarlo a ira.
1.- Exceso de protección.-
Cuando encerramos a nuestros hijos de manera exagerada, ( una burbuja ) no les estamos permitiendo a actuar de forma independiente, haciéndolos sentirse inútiles.
Ellos necesitan confianza de ti, para crecer y darse cuenta de sus propios errores
El ejemplo de Labán en Gn. 29:26 y en Gn. 30:25-27 vemos a un padre que no quiere dejar ir al las hijas una posición protectora, y aparte se mete con el matrimonio de sus hijas. Cometiendo infinidad de errores.
2.- Una excesiva indulgencia.-
Es decir lo opuesto a no permitir, ahora te doy demasiada libertad, el hijo que tiene exceso de libertad termina siendo una persona insegura y sintiéndose no amado.
Los padres que miman o apoyan a sus hijos a comportarse mal, están mostrando un falta de amor hacia ellos.
Pr. 13:24
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
3.- Favoritismo.-
Como padres que fácil es caer en el favoritismo, y no es que te agrade más un hijo que otro, son nuestras actitudes o lo que decimos; como:
¿Porqué no puedes ser como tu hermano?
Observa y aprende ve como lo hace .
No hay nada más humillante para un hijo que ser comparado, esto lo hará sentirse inferior y frustrado.
Gn. 25:28 nos marca el relato del amor y preferencia de los padres por sus hijos Esau y Jacob, afectándolos tanto al grado de tener miedo uno por el otro y sentirse traicionados.
4.- Metas irrealizables.-
Cuando queremos imponer metas inalcanzables, estamos llevando a ira a nuestros hijos, a una frustración, no importa que tanto se esfuercen por hacer lo correcto, el padre no se sentirá satisfecho.
Al hacer esto le estas quitando todo sentido de éxito.
Ejemplo:
Había una mujer que exigía sólo 10 de calificación, esto llevo a la niña a hacer trampa con sus compañeras, haciéndoles creer que lo que hacían estaba mal, para que cuando calificaran ella tuviera el único 10. Que pena podemos llevar a nuestros hijos a pecar.
5.- Desaliento.-
Los padres fácilmente pueden desalentar a sus hijos cuando los critican constantemente, exalta más sus errores, y nunca aplaudas sus aciertos.
Un hijo que piensa que haga lo que haga no puede conseguir aprobación de sus padres será motivado a renunciar al esfuerzo.
Recuerda un niño aprende más por lo que vive, si vive con críticas aprenderá a no ser responsable, y aprenderá a menospreciar sus capacidades, y a no confiar en los demás.
6.- Condescendencia.-
Amamos tanto a nuestros hijos que queremos lo mejor para ellos, no nos gusta ver que tengan necesidades, y queremos darles todo,o acceder en todo creyendo que con esto los podemos hacer sentir bien.
Hay un dicho que dice: "Ni todo el amor, ni todo el dinero".
El exceso es el mal que aqueja, debemos de equilibrar a nuestros hijos, como padres debemos de alentarlos y estimularlos a crecer de acuerdo a sus edades y necesidades. (Madurez)
7.- Una disciplina excesiva
Analizamos que la falta de disciplina puede exasperar a tu hijo, pues también el exceso de disciplina lo puede llevar a ello.
Los padres que emplean e imponen su autoridad de forma física o verbal puede ser devastador para el espíritu del niño. Es decir actúa en lo más profundo del ser del niño.
Con facilidad cuando el padre pierde el sentido de dirección hacia sus hijos lo puede llevar usan palabras hirientes,o gritos
La Biblia nos dice que Dios disciplina a sus hijos en amor.
Heb 12:5-7
Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina.
Se dan cuenta que fácil es llevar a nuestros hijos a ira, por falta o exceso; pero la base está en el equilibrio del consejo en su Palabra.
Que toda tu vida se una enseñanza, aprovecha cada ocasión de la vida como una oportunidad para hablarles de Dios.
Dios les bendiga
Gaby Ortega

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