Ir al contenido principal

¿Qué Hace una Mujer Soltera con Proverbios 31?

Por JENNIFER MORRISSETTE

Proverbios 31 es bien conocido entre las mujeres cristianas como el mayor ejemplo de una esposa piadosa y madre. Pero ¿qué pasa con las muchas mujeres solteras? ¿Qué pueden aprender de este capítulo? Y, ¿hay algo aquí para la esposa cristiana que no tiene hijos? Creo que la hay. Siendo una esposa cristiana sin hijos, me ha bastante en que pensar.
Cuando pienso en la mujer de Proverbios 31, contrasto con ella la mujer necia de Proverbios 7:11. En realidad, esta mujer en Proverbios 7 es más que una necia – ella es una adúltera. Su rasgo distintivo es que ella tiene pies que “sus pies no permanecen en casa.” Este es un gran contraste con la mujer sabia y piadosa de Proverbios 31 que trabaja con diligencia en su casa. El hogar es donde está. Todos nosotras podemos tener hogares que son un lugar seguro, un refugio para la familia, amigos y vecinos – hogares donde el consuelo y la compasión abundan.
La mujer sabia es también conocida por el papel de apoyo que desempeña en la vida de otros. Ella no es una alardea, sino que ella levanta a los que la rodean y les ayuda a tener éxito. Podemos hacer todo eso.En nuestras familias, iglesias y comunidades, podemos señalar el bien que vemos en los demás, y ofrecemos asesoramiento y ánimo. Podemos empujarlos a alturas desconocidas.
La mujer de Proverbios 31 es autosuficiente. Ella no confía en nadie más para su bienestar, seguridad o consuelo. Ella no es una carga para nadie. Ella contribuye a la sociedad, y es un activo para su comunidad.
Por encima de todo, ella sabe lo que está pasando en el mundo. Ella ve el mundo tal como es, y ve a las necesidades de las personas, y ella trata de ser usada por Dios para ayudar a satisfacer esas necesidades, comenzando primero desde dentro de esos límites sagrados que Dios le ha dado a ella: su hogar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Considera los caminos de su casa

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:27  “Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde”. En otra versión dice:  “Ella observa, vigila como van las cosas en su familia, y el pan de la ociosidad no comerá.”  Podemos observar que esta mujer además de ser cuidadosa de su hogar, rechazaba una actitud de pereza, no perdía el tiempo, no lo gastaba inútilmente. Todo lo que tenía era por su esfuerzo, trabajo y diligencia, no es que lo que recibía venía de la nada. Esta mujer es consciente de que su trabajo es importante y no solo para ella, sino que su velar y vigilar la ayuda a tener un buen fruto en sus hijos y esposo.  Ella no come del pan que no se ha ganado con esfuerzo.  Juan 6:27 "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre" Ella lucha por la vida que permanece para vida eterna. Clamemos a Dios que Él abra nuestros ojos para

Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada y su marido también la alaba

por Verónica Vilugrón Proverbios 31:28: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba” La mujer piadosa es una mujer dichosa, feliz y bendecida. Esta mujer busca primeramente el reino de Dios, y todas las cosas le son añadidas (incluida la felicidad), como leemos en Mateo 6:33: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. La dicha, o el ser feliz es un subproducto de honrar al Señor y de ponerlo a ÉL primero antes que cualquier otra cosa, aun antes de nuestra propia vida. Los que buscan la felicidad y hacen ésta su meta, nunca la encontrarán. Los que buscan al Señor encuentran en Él su verdadera felicidad, lo encuentran TODO. No sólo felicidad en esta vida, sino una corona de gloria en la venidera. ÉL satisface, llena el corazón que está consagrado a ÉL. Él es el tesoro. Esta es la primera y única imagen que tenemos de los hijos de la mujer de proverbios 31, ya con estas simples palabras o con estas

Maridos, amad a vuestras mujeres.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella... EL ESPOSO La cabeza del hogar Lo primero que debemos aceptar es que el hombre y la mujer son diferentes. Los hombres tienen cualidades masculinas, y las mujeres tienen cualidades femeninas. La estructura física misma del hombre es diferente desde las células de su cuerpo con sus 23 cromosomas. ... Hombres y mujeres difieren físicamente, emocionalmente, psicológicamente, mentalmente y relacionalmente. Dios diseñó al hombre primero y determinó que necesitaba una ayuda, entonces creó a Eva. De todos modos, ambos fueron creados a la imagen de Dios. “a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Esto los hace co-iguales bajo Dios. Dios claramente dio diferentes roles al esposo y a la esposa con un claro mandato al esposo. El es quien “ama a su esposa como Cristo amó a su iglesia” (Efesios 5:25), y él es quien “ama a su esposa como a su propio cuerpo (Efesios 5