Queridas lectoras de "Esposa Bíblica ", Hoy quiero compartir con ustedes unos principios basados en el libro de Isaías, que han impactado mi vida de manera profunda. Espero que también toquen sus corazones y les brinden fortaleza en su caminar cristiano. 1. Isaías 1:2-3. Rebelarse y no reconocer al Padre es no tener entendimiento He llegado a comprender que mi pecado me ha llevado a apartarme de Dios, y aun siendo creyente, caigo en este error. Pero sé que debo volver a Él, buscarle, conocerle, obedecerle y perseverar. Es hermoso ver cómo Dios tuvo misericordia de mí, me salvó y su misericordia sigue siendo continua en mi vida. 2. Isaías 1:13-14. Dios aborrece las buenas obras sin arrepentimiento genuino Vivir como Dios manda es fundamental, aunque no siempre es fácil. Puedo caer en la trampa de hacer cosas para Dios sin la actitud correcta. Debo cuidar mis intenciones y motivos porque Dios aborrece las obras que no vienen de un corazón arrepentido y que le ama de verdad. 3. ...
Al igual que aquel hombre que el Señor mencionó en Mateo 13:44, aquel que halló" la perla de gran precio", nosotros al rendirnos a Cristo experimentamos esa misma acción, rendir toda nuestra voluntad al Dueño y Señor de nuestras vidas. Es un proceso, no ocurre de un día para el otro. Dios va tratando de a poco, con cuidado porque sabe lo frágiles que somos. Somos tan propensos a desviarnos, a claudicar... Pero él es paciente y su amor es inagotable, con precisión Él permite sucesos en nuestra vida que nos llevan a tener que acudir a Él, rendirnos, gemir, entender verdaderamente que dependemos de Él, ya no solo de palabra, éstas pasan a ser algo que antes eran tan solo oídas, a "ahora mis ojos te ven..."Job 42:5.
Pero como en el caso de éste hombre, el halló esta "perla de gran precio" única, irrepetible, extraordinaria, tan afortunado se sentía, que no titubeo, y vendió todo lo que tenía en esta vida. Hemos encontrado, o mejor dicho, Él nos encontró, y ahora que nuestros ojos lo empiezan a ver...a Él, el Todopoderoso Soberano Dios, y nos dice: "Vengan a mi..." Nuestro mayor bien en ésta vida es Cristo, no hay nada mas, nada más...¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. (Salmo 36)
Pero como en el caso de éste hombre, el halló esta "perla de gran precio" única, irrepetible, extraordinaria, tan afortunado se sentía, que no titubeo, y vendió todo lo que tenía en esta vida. Hemos encontrado, o mejor dicho, Él nos encontró, y ahora que nuestros ojos lo empiezan a ver...a Él, el Todopoderoso Soberano Dios, y nos dice: "Vengan a mi..." Nuestro mayor bien en ésta vida es Cristo, no hay nada mas, nada más...¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. (Salmo 36)

Comentarios
Publicar un comentario