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¿Qué tanto meditamos y descansamos en su Palabra?

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. >>Josué 1:8-9<<

Muchas personas piensan que la prosperidad y el éxito provienen de tener una buena posición tanto económica como social, él tener buenas relaciones personales o con personas influyentes nos puede hacer creer que tenemos éxito. Pero la estrategia para el éxito que Dios le enseñó a Josué contradice tales criterios.

Le dijo a Josué que para prosperar debía:

1.- Ser fuerte y valiente porque la tarea que le esperaba no era fácil.
Así como Josué , a veces nos enfrentamos a oposiciones abrumadoras. Ya sea en la casa, en el trabajo, o aun con nuestros hijos; podemos sentirnos débiles y creer que no podremos salir adelante pero Dios refuerza nuestra confianza y nos recuerda que Él siempre esta con nosotros, así como Josué al saber que era un guerrero de Él y saldría adelante. También nosotros podemos sentirnos seguros cuando consideramos que Dios puede vencer incluso los obstáculos más difíciles.

2.- Obedecer la ley de Dios.
Dios nos ha llamado para que obedezcamos sus mandamientos, mientras nos recuerda que sus leyes no están escondidas para nosotros ni fuera de nuestro alcance.
¿Has dicho alguna vez "obedecería a Dios si sólo supiera lo que Él quiere". ¿Te has quejado alguna vez de que la obediencia es demasiado difícil para una simple mujer? Pero sabes estas son excusas inaceptables. La ley de Dios esta escrita en la Biblia y es clara y evidente en este mundo que nos rodea.
Es razonable, sensato y benéfico obedecerlas. La parte más difícil es decidir cuando empezar. Y la respuesta es "ahora.".

3.- Ser constante en la lectura y el estudio del libro de la ley.
Parece paradójico que una ley pueda darnos libertad. Pero la ley de Dios destaca nuestro pecado y nos da la oportunidad de pedir perdón a Dios. Y también es muy importante saber lo que la Palabra de Dios dice, sin olvidar que no sólo basta el conocimiento sino obedecerla. La eficacia de nuestro tiempo de estudio bíblico puede medirse por el efecto que tiene en nuestra conducta y nuestras actitudes.

Santiago 1.22–25
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Y no olvides para tener éxito, sigue los consejos que Dios le dio a Josué. Es posible que no triunfes en las normas del mundo, pero te aseguro que triunfará a los ojos de Dios.

Dios te bendiga
Gaby

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